noches de ensueño⎥reto marichat 2021

día 18: ups

"¿Chat Noir?"

"¿Mh?" Respondió el susodicho, distraído. Recortaba tranquilamente unos pedazos de tela que Marinette le había dejado para que la ayudara. Se encontraba sentado en el pequeño diván de la habitación de la chica mientras esta se encontraba en el balcón ordenando y regando sus plantas.

"¿Tienes alguna idea de qué podría haber causado esto?" Marinette se asomó por la trampilla que daba hacia su balcón y mostró al aire una maceta de cerámica blanca trizada en varias partes, lo que llamó la atención del superhéroe, pero se hizo el desentendido.

Disimula, disimula. "Mh, eso sí es raro, ¿que podría haber causado aquello?" Respondió él, devolviendo su mirada al trabajo que estaba realizando anteriormente. Claro que recordaba esa maceta, y obviamente había sido él quien la había roto un poquito al caer mal parado una tarde que volvía de derrotar a un akuma. Había intentado ir directamente a su casa después del akuma pero sus ganas de ver a Marinette le habían superado. De pura torpeza realizó un mal movimiento, le sorprendía que ella recién se percatara cuando hace una semana había hecho un estruendo enorme, pero para Marinette había pasado desapercibido gracias a que se estaba detransformando, pero esa era información no estaba al alcance de Chat Noir.

Marinette no comentó más después de la respuesta retórica de su acompañante, era obvio que había sido él, pero le había querido dar una oportunidad para redimirse. Pobrecillo, ahora se quedaría una semana sin dulces de la panadería, a ver cómo sobreviviría. Chat Noir la escuchaba moverse de un lado para otro por el balcón, significando que ella había vuelto a sus tareas, lo que lo hizo soltar un suspiro de alivio. Esta vez se había salvado, o eso creía él.

Durante todo el transcurso de la tarde Marinette se mantuvo en silencio, al parecer muy ocupada como para asomarse a intercambiar unas palabras con el felino, a lo que él se extrañó de sobremanera. Ella solía ser muy parlanchina, en realidad, ambos solían ser muy buenos para conversar.

Chat Noir, una vez que dio por terminada su tarea de manualidades, ordenó los pedazos de tela en el escritorio de la chica y ya sintiéndose un poco culpable por haber deshecho una maceta de Marinette, se asomó por la trampilla para ver a qué se dedicaba su princesa.

Marinette se encontraba sentada en su tumbona, con los ojos mirando al cielo y en sus manos sostenía delicadamente la maceta que le había extendido anteriormente. Esta se giró al sentir la presencia de su minino traviero y mentiroso, a lo que en un tono tranquilo le preguntó.

"¿Listo para confesar tus fechorías? ¿O crees que hay muchos gatos que se pasan por aquí a romper macetas?"

"Miauch." Se quejó él posicionando una mano en su pecho, fingiendo estar ofendido. Marinette le dirigió una mirada llena de sarcasmo, lo que le sacó una sonrisa nerviosa. "¿Ups?"