día 22: cosplay

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Marinette poseía el prodigio de la buena suerte, ella era Ladybug, y su símbolo era la catarina. Con Tikki a su lado, ella siempre tendría buen augurio y le perseguiría la buena suerte.

Ese día, sin embargo, no le perseguía la buena suerte.

Había hecho un mal movimiento y lo sabía. Como cuando juegas ajedrez y ves como estás a punto de perder a tu reina y sabes que ya no puedes hacer nada para ganar, ella se sentía así en ese momento mientras se calzaba unas balerinas negras.

Resopló frente al espejo frustrada. Sintió como la trampilla se abría lentamente, junto a unos pasos torpes que se acercaban a ella con precaución.

"¿Ya estás lista?" Preguntó él en un tono sofocado. Marinette lo observaba en silencio a través del espejo. Él se estaba tapando los ojos para no verla, en caso de que estuviera aún cambiándose. Se apoyaba en cualquier mueble que encontraba para llegar a su destino, el cual ella desconocía. Aunque quisiera negarlo, le parecía adorable que tuviese cierta decencia, a pesar de que la haya hecho perder una apuesta.

"Sí." Respondió seca y con una mirada de fastidio. Chat Noir liberó sus ojos y rápidamente se enfocaron en ella. Una sonrisa traviesa tiró de la comisura de sus labios y Marinette solo quería que se la tragara la tierra.

Hacía algunos días que no llevaba una racha muy buena. Comenzando la semana teniendo diversas peleas amistosas con Alya con respecto a una competencia de natación que habían tenido Odyne y Kim, y habían apostado a equipos opuestos. Una apuesta inocente, pero que la había condenado a humillarse públicamente.

¿Cómo entraba Chat Noir en todo eso? La verdad aún la tenía un poco confundida por ese hecho, pero estaba muy avergonzada como para haberle dado más vueltas. Él un día solo llegó a animarla y a escuchar sus penurias, en la cual se le había escapado que debía pagarle una apuesta a Alya, que consistía en imitar a un personaje o a una persona real con un disfraz.

"Un cosplay." Le dijo cuando ella terminó de explicar, sus ojos esmeralda bailando en burla. "A eso se le llama cosplay."

Sin embargo, el personaje había quedado a manos de ella, al menos Alya no había sido tan maliciosa como para imponer un disfraz macabro. Solo debían hacerse unas fotos y ya, no era la gran cosa. La iba a manipular toda su vida con ello, pero estaba conforme con ello, no es como si nunca lo hubiese hecho antes.

Pero lo que no supo es cómo terminó vestida así.

Ella estaba consciente que tanto él como ella sabían que Chat Noir tenía cierto poder sobre ella. No se lo explicaba tanto, al igual que muchas otras cosas. Quizás se sentía en deuda con él o simplemente era su naturaleza amable que le impedía decirle que no pero de todas formas en algún momento no le había parecido tan mala idea aceptar su idea de cosplay, ya sabes, como ir a juego. Tikki se había burlado hasta el infinito de ella, persiguiendola y haciéndole bromas incómodas, nunca se lo habría imaginado de su kwami, pero finalmente accedió y fue la peor decisión de su vida.

Frente al espejo se veía el contorno de su figura enfundada en un traje de látex negro. Obviamente no tenía la misma estructura que el de Chat Noir pero se acercaba lo suficiente. Sus manos estaban enfundadas en guantes negros con uñas postizas que simulaban sus garras y sus pies los había tapado en calzas negras y ballerinas negras bajas para su comocidad. Había creado un cintillo negro con unas pequeñas orejas que relucían en la cima de su cabeza, dándole un toque adorable.

Chat Noir tenía toda la intención de reírse de ella y llevarla donde su amiga para que pudieran pasar la tarde y cumplir con la parte de esa tonta apuesta. Cuando esa noche arribó al dormitorio de la chica y le sugirió, entre broma y broma, que hiciese un cosplay de él no pensó que ella aceptaría tan rápido. Incluso, nunca pensó que aceptaría, pero en el fondo no era una idea tan loca. Era un disfraz fácil y manufacturable como para que ella no tuviese que gastar tanto dinero en ello, y además tenía al real frente a sus ojos, no iba a ser tarea difícil.

Pero pensarlo y verlo eran cosas diferentes. No tenía altas expectativas respecto al asunto, pero debió recordar que Marinette era una chica de palabra y ella nunca ejercía las cosas a medias.

Por eso cuando la observó desde su espalda y a través del espejo, con el traje negro, las orejas, una cola hecha de cinturón exactamente como la de él, solo que más delicada y pequeña. Con una trenza corta afirmando su melena, casi igual a la que había visto con Lady Noir, pensó que iba a desmayarse.

Marinette observó con atención su rostro y de a poco su enojo se iba esfumando para darle paso a la burla. Sus zafiros bailaron extrañamente emocionados al causar una reacción favorable y sus mejillas se tiñeron de rojo, de pura vergüenza.

Quiso molestarlo un poco, al fin y al cabo se lo merecía. Él también quiso molestarla y el tiro le había salido con la culata, ambos lo sabían.

"Vamos." Le dijo indiferente ella, tomando el antifaz que había hecho desde su escritorio y se estiró hasta el balcón. "Alya me espera."

Chat Noir la observó intentando ocultar su sonrojo y rápidamente asintió para impulsarse con velocidad hacia afuera. Marinette ahogó una risa divertida, pero aún un poco confundida en tanto cómo se habían desarrollado los hechos.

Al menos ahora sabía que Chat Noir no era del todo indiferente hacia ella. 



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¡Holaa! ¿Qué tal están? Voy poco a poco poniéndome al día, perdonen la demora con los capítulos, pero he querido que sean un poco más largos, con más contexto, ¿saben? Espero que les estén gustando, sé que no son lo mejor pero a mí me divierten un poco más estos días JAJAJA. 

Creo que me entusiasmé un poco con este, pero me pareció interesante subirle un poco el tono, al final todos somos humanos, ¿no?

¡Tengan un buen inicio de semana! Ya es la última semana del reto. Nos vemos, cuídense <3


noches de ensueño⎥reto marichat 2021Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz