noches de ensueño⎥reto marichat 2021

día 20: princess justice

Chat Noir observaba la ciudad como si fuese su peor pesadilla, y probablemente lo era. Nunca en su vida se habría imaginado vivir aquello, sabiendo como era ella. Además, se encontraba solo, no había nadie que pudiese ayudarlo porque con la akumatización se había revelado el secreto mejor guardado.

Marinette, su princesa, era Ladybug.

Ese día se había despertado sintiéndose extraño. Plagg se había levantado con la misma sensación de desasosiego, lo que advirtió a su portador.

"Va a pasar algo malo."

Dicho y hecho.

Marinette no había resistido las burlas de Lila ese día. Finalmente la pequeña bruja había cumplido su promesa y todos los amigos de la chica se habían tornado en su contra, y él no pudo detener la bola de nieve que se le vino encima. Solo la observó correr fuera del aula con desesperación y en ese momento no entendía su actitud. No hasta que apareció una bolita rosada volando frente a sus ojos, sosteniendo un par de aretes.

En el fondo se sentía culpable porque él le había dicho que no hiciese nada al respecto. Al final no bastaba con que solo ellos dos supieran la verdad cuando había logrado hacerle daño a ella, un daño que probablemente sería irreparable.

En ese momento tomó los aretes con manos temblorosas. Tikki observó al chico de su contraparte y el enojo la invadió por completo, pero rápidamente se calmó. En el fondo el pobre chiquillo no tenía la culpa, solo buscaba ver el bien de las personas, incluso cuando no lo había. Pecó de ingenuo, y este ahora sería su castigo.

Princess Justice era el akuma más poderoso al que se ha enfrentado en toda su vida, después de 4 años portando su miraculous. Mientras peleaba contra el amor de su vida, con un corte importante en el costado de su abdomen, observando esos zafiros helados que nunca antes lo habían observado con odio, sintió que la perdía. Nunca antes había pensado que las cosas se iban a descontrolar de esa forma, nunca había tomado en cuenta el riesgo al que se estaban exponiendo, pero ahora lo entendía más que nunca.

Mientras peleaban, sentía la adrenalina correr por sus venas y los golpes y las cortadas no dolían tanto, le dolía más el corazón, el pecho de pura angustia, pero no le dolían los golpes. Al mismo tiempo en el que asumió Hawk Moth le daba instrucciones, le dio una patada en el estómago con todas las fuerzas que le quedaban que le quitó el aire y fue la perfecta distracción para arrebatarle su bolso, en el que se encontraba el akuma, y desintegrarlo con su poder. La chica cayó rápidamente al suelo, con el akuma liberando su pequeño cuerpo, luciendo derrotada. Se arrodilló a su lado, acariciando su hombro con delicadeza. Sintió su frustración, su enojo, su miedo. Estuvo a punto de dejarle a Hawk Moth los miraculous en bandeja de plata, pero ambos pudieron evitarlo. Juntos.

"Tikki, ¿dónde está Tikki?" Musitó temblorosa, alzando la vista y observando el desastre que había causado. Tenía que arreglarlo, era la única que podía hacerlo.

Chat Noir notó su desesperación y le tendió los aretes que había resguardado en sus bolsillos por todo ese tiempo mientras ella no estaba. Con ellos en sus orejas, emergió la pequeña kwami con lágrimas en sus grandes ojos azules.

"Oh, Marinette." Ambas se abrazaron afectuosamente. Chat Noir la acompañó varios minutos mientras se recuperaba, estaban a salvo al final, no había nadie que les pudiese hacer daño ya. Él escondió unos cabellos rebeldes detrás de su oreja y ella se sorbió los mocos un rato después al mismo tiempo que se ponía de pie, lista para arreglar las cosas.

Su compañero la observó sonriendo, aún con varias heridas en el cuerpo que ya no dolían, porque lo que más le había dolido era haberla visto en ese estado, manejada por un villano, y con sus hermosos ojos azules bañados en un sentimiento de odio tan profundo que estaba seguro que ella nunca sería capaz de experimentar por sí sola; porque ella era luz, era esperanza, era cariño y todo lo bueno que existía en el mundo. Y ahora, con esos mismos ojitos azules ahora dedicándole una mirada de afecto, nada dolía, solo sentía amor.