noches de ensueño⎥reto marichat 2021

día 12: de enemigos a enamorados au

"¿No tienes más cosas que hacer que venir a molestar?"

"No, la verdad es que no." Respondió él, impasible como siempre, sentado muy cómodamente en su sillita de playa cruzado de piernas y observando el cielo. Marinette pisoteó con fuerza el suelo, de pura rabia acumulado, y por un momento le dio vergüenza hacer un gesto tan similar a los de Chloe, pero se sentía tan frustrada en ese momento que olvidó todos sus límites.

"¡Vete!" Chilló Marinette ya perdiendo la paciencia, todos los días era lo mismo. Él llegaba, incluso si no había un akuma, y se sentaba allí, en esa misma silla que seguro ya tenía su culo marcado de tanto que la usaba, sin hacer absolutamente nada, con suerte y respiraba. En un principio le pareció gracioso e intentó continuamente entablar una conversación con él mientras estaba allí, haciendo uso de su espacio privado, pero él no se dignaba a conversarle de vuelta, ¡le daba igual No había cosa que enojara más a Marinette que Chat Noir, y existiendo Lila aún así Chat Noir ocupaba el primer puesto en su lista negra.

"¿Vas a quedarte ahí todo el día? Estoy ocupado." Respondió Chat Noir en un tono aburrido al mismo tiempo que observaba sus garras en un gesto soberbio. Marinette por poco saca humo de sus orejas.

"Párate." Ladró Marinette, ahora ya muy seria y enojada. No iba a permitir que ese sujeto siguiera riéndose de ella en su cara, ¡ya no más! ¿Qué se creía? ¡Si esa era su casa! Él debería estar yéndose muy lejos, y era él quien siempre caía en su balcón y ocupaba su espacio sin permiso, podría denunciarlo solo por el gusto de verlo con otra expresión que no fuese una de desinterés total. Le caería mejor si al menos le coqueteara como lo hacía con Ladybug. ¡Si supiera el pobre tonto! Ojalá pudiese darle con una escoba en la cabeza. "¡Que te pares dije!"

Chat Noir saltó en su lugar un poco asustado, nunca había escuchado ese tono de voz de Marinette, no solía ser violenta la verdad, solía ser un trozo de pan de lo amable que era. Volteó a verla aún fingiendo desinterés cuando sintió un tirón en su oreja, la verdadera, que lo tiraba hacia arriba con fuerza. ¿¡De dónde esa chica toda flacucha sacaba tanta fuerza!? Soltó un quejido por la brusquedad del gesto y se puso de pie finalmente obedeciéndola, pero ella no lo soltó.

"¡Eres insufrible!" Chillaba Marinette zarandeandolo de un lado a otro. Marinette se cansó de ser buena onda al parecer, pensó Chat Noir, y la verdad es que le daba toda la razón.

Llevaba dos meses sentándose en esa silla todas las tardes como un vago, un rufián, un aprovechado, un pesado, como una garrapata. Él no se iba de allí hasta que el sol se escondía o tenía cien por cien asegurado que la chica ya estaba lo suficientemente molesta como para dar por cumplida su meta del día. En un principio la visitaba sólo para molestarla, era divertido reírse con Plagg en las tardes rememorando los berrinches de la chica de coletas, pero con el tiempo se dio cuenta que era divertido estar con ella, más que solo para burlarse, pero se veía que la chica le había agarrado odio. Bueno, ya era hora.

"¡Eh, eh! Suéltame. Te desquiciaste." Se sacudió Chat Noir lejos de ella, observando nuevamente como el rostro de ella se volvía rojo de pura furia. Se sintió un poco mal por ella, era muy linda. "Te ves linda toda roja, lástima que sea enojo." Chat Noir se hundió de hombros fingiendo desinterés, pero realmente no mentía. Marinette, que aún seguía furiosa, ante el comentario se quedó piedra, y en un parpadeo lo que antes era furia, ahora era vergüenza.

Un sonrojo muy particular se plasmó en el rostro de Marinette, Chat Noir pudo notarlo porque conocía la faceta furiosa de la chica más que cualquier otra persona. No pensó que su comentario haría el efecto deseado, pensó que lo golpearía de vuelta, pero estaba satisfecho con el resultado de ese tierno sonrojo avergonzado que había sucumbido a la chica.

"Ohh, ese sonrojo es nuevo."

"Cierra la boca."