noches de ensueño⎥reto marichat 2021

día 11: tomarse un tiempo

Marinette se veía nerviosa a los ojos de Chat Noir, se le notaba un poco culpable también. Él por su parte estaba furioso y un poco decepcionado, no podía ocultarlo, su cara lo decía todo. Sus ojos estaban apagados, no tenían ese brillo usual que adquirían cuando estaban juntos y su ceño fruncido era visible incluso con la máscara puesta.

"Marinette, llevamos dos días juntos." Chat Noir exclamó en voz baja, controlando su tono de voz por respeto a sus ¿suegros?, que se encontraban probablemente durmiendo pero su molestia era palpable. "¿Me estás pidiendo que nos tomemos un tiempo dos días después de comenzar nuestra relación? Entiendo que tengas miedo, ¡yo también lo tengo! El solo hecho de pensar que algo malo pudiese pasarte por mi culpa es algo que arrastro constantemente conmigo, diariamente. ¡Ya conversamos esto!"

Marinette temblaba en su lugar con el solo pensamiento de que haber empezado aquello había sido un error, un terrible error. Solo habían pasado dos días y ya sentía que el mundo se le venía encima, con la angustia comiéndosela poco a poco. Él no entendía, o en realidad sí lo hacía, pero no podía decírselo, no así, y no cuando Hawk Moth estaba más fuerte que nunca.

Chat Noir realmente no entendía, no lo hacía y no compartía los pensamientos de su novia. Él era mucho más sentimental y el simple hecho de que ella le pidiese tomarse un tiempo dentro de su relación lo hacía sentirse más solo de lo que se sentía normalmente, y eso ya era decir mucho. Realmente ella era lo único que él tenía, la única persona por que iluminaba sus días sin esfuerzo, quien le brindaba cariño y apoyo sin esperar nada a cambio, porque así era Marinette, su naturaleza era dulce, bondadosa, alegre, como una bolsa de azúcar. Pero lo que estaba experimentando en ese momento parecía tan surrealista, tan lejano a su realidad, y le costaba tanto entender por qué ella se escapaba así de él.

Él la miró directo a los ojos; ese color zafiro que tanto los caracterizaba ya no era brillante sino perlado de puras gruesas lágrimas que estaban siendo sostenidas fuertemente por sus párpados. Él también sentía que iba a llorar en algún momento pero dudó que ella quisiera seguir perdiendo el tiempo con él, así que cumplió con su deseo y comenzó a retirarse de su habitación. Si ellos ya no serían pareja -ni amigos al parecer- entonces no tenía ningún motivo para estar ahí, ya no era deseado ahí.

Marinette ahogó un sollozo al verlo marchar, sintiéndose perdida. No movió un músculo, no tenía intenciones de detenerlo, al fin y al cabo ella creía que era lo mejor para ambos que las cosas se quedaran así, como un amor pasajero. Y cuando llegase el momento de tener que revelar sus identidades, sólo esperaba que él ya no estuviese tan molesto con ella y que entendiera que las cosas tenían que ser así. Habían muchas cosas en juego como para arriesgarse de esa forma, prefería estar con él en un futuro asegurado que estar con él con un futuro incierto. Y con lo que ella ya había visto de él, habiendo estudiado las probabilidades, no quería arriesgarse a perderlo. Finalmente sus peores enemigos eran ellos mismos.

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Algo un poquito distinto, para variar un poco. ¡Nos vemos mañana!