LSELL | Charlotte Swan es una adolescente conocida por su corazón bondadoso y su actitud alegre.
Jamás ha creído realmente en el amor de pareja, sin embargo, su vida se pone patas arriba cuando conoce al nuevo miembro de la manada Quileute.
Seth Cl...
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El corazón de Charlotte había sufrido un pequeño ataque al escuchar la voz de su... ¿Suegra?, ¿Debía llamarla así? ¿Sue o suegra? Soltó una pequeña risa ante el juego de palabras, sin embargo, su sonrisa se borró al notar que su padre la miraba desde su sillón con ambas cejas alzadas.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó ocultando una media sonrisa. —Nada, yo sólo... Nada. —tartamudeó y se acomodó en su rincón del sillón, el cual compartía con su chico y su suegra.
El jefe regresó a su conversión con Sue, por lo que la rubia aprovechó para mirar a Seth. El muchacho se encontraba a su lado, totalmente quieto y repasando mentalmente lo que diría.
Por otro lado, Edward había salido a responder una llamada —de Emmett, quien le exigía todos los detalles de lo que estuviera ocurriendo con su bebé y el pulgoso—, e Isabella había subido a darse una rápida ducha antes de cenar.
Por lo cuál, los demás la estaban esperando mientras veían la televisión en la sala de estar.
La rubia sacó su celular y comenzó a responder un mensaje de su mejor amiga, la cual al igual que Emmett quería saber todo lo que ocurría. Se quedó a mitad del mensaje cuando escuchó un carraspeo.
Alzó nuevamente la mirada y el aire se le escapó al darse cuenta de que Seth se había acomodado mejor en su lugar.
—Yo quería decir algo. —murmuró con timidez, sorprendido de no haber balbuceado. —¿Puedo?
—Claro, ¿qué pasa? —preguntó Charlie.
—Bueno, estuve ensayando esto durante toda la semana... Pero acabo de olvidarlo todo. —confesó totalmente avergonzado. —Yo quería pedirle algo.
Sue sonrió emocionada y se levantó para cederle su lugar a Charlotte, de esta forma dejando a ambos adolescentes en medio de los adultos.
—Sue, creo que me voy a desmayar. —susurró asustada, mientras que la mujer le hacía señas para que se tranquilizara.
Seth, totalmente nervioso, volteó a mirarla y se secó el sudor de las manos para después mirar al hombre que estaba sentado frente a él.
—Estás muy pálido, ¿te sientes bien? —preguntó Charlie.
—No, estoy asustado. —respondió con sinceridad. —Quiero que sepa que lo respeto demasiado, esa es la razón por la que le pedí a mi madre y a Bella que hicieran esta reunión... Solamente quiero pedirle algo, solo hablar con usted.
El jefe entrecerró sus ojos e inhaló con fuerza al intuir lo que el muchacho diría.
