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004. “La Push”.

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—¿Están listas?, ¿Traen todo lo necesario? —preguntó Leonardo mientras corrían a la camioneta de su hermano, quien pasó a recogerlos junto a su novia.

—¡Caleb olvidó su ropa! —lo acusó Amy y el mencionado la empujó indignado.
—No importa, traje ropa extra. —le restó importancia Leo.

Al llegar a la camioneta su hermano abrió la puerta trasera y les sonrió mientras entraban.

—Ya que Leo es un maleducado y no nos presentó, me veo en la necesidad de hacerlo yo mismo. —aclaró su garganta y se presentó alegremente entrando al asiento de conductor. —Hola niñas, mi nombre es Aiden.

—Yo soy Lili. —saludó su novia desde el asiento de copiloto.

"Charlotte", "Amanda" se presentaron al mismo tiempo.

Aiden encendió la radio y comenzó a conducir mientras platicaban para conocerse mejor.

Al llegar a la playa los chicos bajaron de la camioneta para que Charlotte y Amanda pudiéran cambiarse ahí.

—Posiblemente me dé una neumonía severa, pero tengo que lucir este traje de baño. —susurró la rubia mientras se quitaba la camisa del uniforme, dejando a la vista la parte superior del traje de baño.

Se quitó la falta y se puso un short de mezclilla de tiro alto.

—¿Me veo bien? —le preguntó a Amy mientras ella terminaba de abrochar sus shorts.
—Te ves genial. —respondió guiñando un ojo.

Bajaron de la camioneta y al instante se abrazaron al sentir la brisa helada chocando contra su piel.

Caleb y Leo bajaron las tablas de surf y corrieron al agua como niños pequeños, mientras que Aiden y Lili pusieron una manta sobre la arena y se sentaron a platicar.

—¿Qué se supone que haremos ahora? —preguntó Amy.

Charlotte tomó su mano y la arrastró hacia el mar, dejándose caer de espaldas al agua y soltando un grito al sentir la temperatura helada de esta.

[...]

—¡Me rindo! —gritó la rubia sujetandose con fuerza a la tabla de surf.

—¡No seas nena, Charlie! —se burló Leo, quien estaba a unos cuantos metros de ella.
—¡Cierra la boca, Leonardo! —se quejó y le hizo una seña a su otro amigo para que la ayudara a salir.

Caleb la cargó y la llevó hasta donde sus pies tocaban el suelo.

Charlotte había caído varias veces de la tabla golpeándose en una que otra ocasión con las rocas, sin embargo no se detuvo hasta que una de las rocas le lastimó el brazo.

Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora