Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》

016

016. “Graduation”.

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Los adolescentes corrían de un lado a otro por el gran salón en el que sería la ceremonia.
Al fin se graduaban.

—¿No estas bromeando? —preguntó por décima vez la pelirroja. —¿Nuestra fiesta será en casa de los Cullen?, ¿Con los chicos mayores?

—Ya te dije que sí, Amanda. —respondió Charlotte. —Alice dijo que sería buena idea.

Ambas estaban en el baño de mujeres intentando tener una conversación privada.

—¿Cuándo será?, ¿Debo hacer invitaciones?

—Tiene que ser después de su graduación obviamente idiota, es la siguiente semana.

La puerta se abrió, dejando ver a Caleb.

—¡Creo que voy a desmayarme! —gritó aflojando el nudo de su corbata.

—Es la tercera vez que dices eso y lo único que ha sucedido es que manchaste la bastilla de tu pantalón. —se burló Leonardo entrando detrás de él.

Los cuatro vieron su reflejo en el gran espejo frente a ellos, siendo Amanda la primera que lloró.

—No puede ser. —sollozó cubriendo su boca. —Es nuestra última reunión en el baño de chicas.

—Leo y yo tuvimos diez reportes en dos meses por culpa de estas reuniones. —recordó Caleb bajando la mirada. —¿Cómo es que nos dejaron graduarnos?

—Somos guapos, la directora nos ama.

Ambas chicas rieron ante su comentario.

—Mejor dicho, fue gracias a que esta enamorada del papá de Leo. —corrigió la pelirroja.

—Oh, cállate.

“Primera llamada para comenzar la ceremonia”.

El grupo de amigos se miró una vez más y se abrazaron.
—Me alegra saber que seguiremos juntos después de esto.

—Que cursi eres, Caleb. —murmuró Amanda. —Los amo.

Se separaron, acomodaron sus uniformes y salieron del baño.

Caminaron tomados de la mano hasta llegar a la cancha.
Varios alumnos ya estaban en sus lugares y las familias comenzaban a llegar.

Leonardo y Caleb quedaron al final de la tercera fila y las chicas al inicio de la cuarta.

“Segunda llamada, comenzamos en cinco minutos”.

La coordinadora del evento caminó hacia Charlotte.

—¿Swan? —preguntó leyendo una hoja.

Ella asintió y se puso de pie.

—Escucha, linda. Necesito que en cuanto den la tercera llamada vengas conmigo, estaré al frente ¿ok? —indicó señalando los escalones. —Cuando te anuncien subirás a leer tu discurso y regresarás a tu asiento.