LSELL | Charlotte Swan es una adolescente conocida por su corazón bondadoso y su actitud alegre.
Jamás ha creído realmente en el amor de pareja, sin embargo, su vida se pone patas arriba cuando conoce al nuevo miembro de la manada Quileute.
Seth Cl...
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—¡Charlie! —gritaron detrás de ella en el pasillo de la escuela. —¡Charlotte! ¡Espérame!
Volteó para buscar a quien sea que la estuviera llamando y vió a Caleb corriendo hacia ella.
—¿Qué pasa, Cali? —le preguntó cuando por fin pudo alcanzarla. —Ayudame a escapar de Amanda. —le suplicó entre jadeos y la arrastró con él mientras corría.
Escucharon pasos apresurados detrás de ellos, seguidos de un fuerte golpe en la espalda que los hizo caer al suelo. Se escuchó a coro un “auch” de todos los estudiantes que habían visto lo ocurrido. Amanda Stevens había saltado encima de ellos para detenerlos.
—¿A dónde crees que vas, tonto? —le preguntó al chico aún sin levantarse. —Lejos de ti, loca. —respondió quejándose por el dolor.
—¡¿Alguien puede decirme qué está pasando?! —Charlotte los interrumpió y empujó a su imiga para poder levantarse. —Amanda quiere meter alcohol a la fiesta. —explicó Caleb e imitó su acción para ponerse de pie.
Los tres ignoraron las miradas de los chicos entrometidos y caminaron alejándose del lugar.
—¡Yo sé lo que te digo Caleb! —dijo Amanda mientras entraban a la cafetería.
—No haremos una fiesta con alcohol. —sentenció el chico y ella soltó una queja. —Tenemos 15 años, no podemos beber alcohol no seas ridícula. —le recordó Charlotte.
Se sentaron en la mesa de siempre, sacaron sus almuerzos y comenzaron a comer.
—Lo dice la que se tomó la botella de Vodka de su padre. —se burló Amanda y le dió un mordisco a su manzana. —¡Estaba frustrada! ¡Además no me la tomé sola! —se defendió ella alzando ambas manos.
Jacob Black y ella habían robado una de las botellas de Vodka que el jefe Swan tenía en la alacena y se la habían acabado antes de que Bella regresará con las hamburguesas que había ido a comprar mientras que ellos "terminaban de arreglar las motocicletas".
—Sólo recuerden que es nuestra graduación. —insistió Amanda con seriedad. —De secundaria. —aclaró Caleb rodando los ojos con aburrimiento. —No es como si no nos hubieran inscrito a la misma preparatoria.
—¡Bien! —por fin se rindió. —¡Hagamos una tonta fiesta sin alcohol!
Las puertas se abrieron de nuevo dando paso a Leonardo, el último miembro del pequeño grupo.
—¡Chicos! —gritó sentándose a un lado de Charlotte. —¿Qué pasa, idiota? —preguntó ella dejando caer su cabeza contra la mesa.
—Mi hermano llevará a su novia a la playa mañana y me invitó. —respondió emocionado. —Felicidades. —le respondió Caleb a su primo. —Estoy muy feliz por ti.
