Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》

033

033. "Mariage".

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Habían transcurrido apenas cinco horas desde que Charlotte había dejado a Seth —quien se negó a dejarla ir durante un buen rato— para regresar a su hogar. Agradecía el tener un mejor rendimiento físico, ya que sin el, no hubiese podido entrar por la ventana de su habitación.

Era domingo, así que esperaba poder dormir hasta tarde y recuperarse para hacer guardia de nuevo aquella noche; lamentablemente sus planes se arruinaron gracias a su padre, quien se escuchaba preocupado desde la cocina.

Casi soltando un sollozo de decepción, la castaña se levantó y salió de su habitación arrastrando los pies. Al llegar a la cocina y escuchar a su padre se asustó.

―¡No te iras a Suiza! ¿Por qué? ¿A caso no estás mejor? ―exclamó antes de mirarla con los ojos cristalizados. ―No, Bella, tomaré un avión... ―en ese instante Bianca entró a la habitación y le acarició el cabello con delicadeza. ―¿Quieres que visualice? Bella, ¡Bella!

Charlotte se acercó rápidamente a su padre y lo abrazó con fuerza, él la estrechó en sus brazos y de inmediato notó algo extraño: su niña ya no se veía como una niña; estaba más alta y sus facciones se habían marcado dejando atrás el aire infantil que solía tener.

Si alguien le prestaba suficiente atención al hombre se daría cuenta de que estaba al borde de perder la cordura —gracias a sus hijas, que parecían ser un imán de problemas, tragedias y cosas extrañas—, y ese alguien sin duda alguna era Bianca, con quien compartió una mirada preocupada.

—No te preocupes, la llamaré más tarde y te diré todo lo que pase, ¿de acuerdo?—murmuró la adolescente dejando un beso en su mejilla.

—De acuerdo. —respondió antes de soltar un suspiro. Se separó del abrazo y fingió una sonrisa. —¿Quieres desayunar?

—No, gracias... —negó y, al ver el ceño fruncido de Charlie tuvo que mentir. —Bajé a desayunar muy temprano.

—Bien, entonces ve a despertar a Amanda. —le pidió Bianca. —Necesito que desayune para que ambas se arreglen.