LSELL | Charlotte Swan es una adolescente conocida por su corazón bondadoso y su actitud alegre.
Jamás ha creído realmente en el amor de pareja, sin embargo, su vida se pone patas arriba cuando conoce al nuevo miembro de la manada Quileute.
Seth Cl...
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032. "Cinnamon rolls, jealousy and kisses."
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El susurro del viento se mezclaba con el arrullo del río que desembocaba en la penumbra del bosque, de vez en cuando podía apreciarse el sonido que producían los ciervos que se encontraban cerca al igual que algunas aves.
Las nubes aun cubrían gran parte del cielo, por lo cual era difícil averiguar la hora mediante la posición del sol; sin embargo, por la poca luz que entraba a través de las copas de los arboles podría creerse que apenas estaba amaneciendo: ―¿Qué tal unos waffles? ―preguntó Charlotte mientras caminaba junto al quileute. ―Hace algunas semanas te prometí un desayuno.
―Me gusta más cuando haces rollos de canela. ―comentó Seth, quien aún se encontraba en su forma animal. ―Y me gusta aún más cuando desayunamos en tu habitación y anotamos ideas para la boda... ―comenzó a divagar sin notar las mejillas sonrojadas de su acompañante. ―Por cierto, dejaste ese cuaderno en mi habitación y he agregado varias cosas.
Mientras el lobo seguía contando todo sobre sus ideas y sugerencias para su boda ―la cual ambos habían acordado sería apenas Charlotte cumpliera dieciocho años―, la muchacha solo podía observarlo con lo que parecía ser adoración. Aquel sentimiento se había instalado en su pecho desde que se habían reencontrado el día anterior, lo cual la hizo pensar que el lazo que los unía se había intensificado ahora que eran casi iguales; por lo cual ―a pesar de que todo el mundo lo sabía―, confirmó que el amor que sentía por Seth era completamente puro e independiente de aquella conexión que generaba la imprimación.
Agradecía que Aiden se hubiera marchado a la casa para cambiar de lugar con Jacob, de lo contrario estaría quejándose por tanto romanticismo.
De pronto la tranquilidad en la que se encontraban se vio interrumpida. Seth alzó las orejas y tomó una posición defensiva; casi al instante comenzó a quejarse. ―¿Quién es, Seth? ―preguntó Charlotte a la vez que tomaba lugar a su lado y se preparaba para recibir a quien hubiese cruzado al territorio.
―Muy buenos días, chicos. ―la voz de Leah, su amiga, sonó en su cabeza.
―¡Leelee! ―exclamó emocionada y comenzó a correr hacia ella siguiendo el sonido de sus pisadas.
