LSELL | Charlotte Swan es una adolescente conocida por su corazón bondadoso y su actitud alegre.
Jamás ha creído realmente en el amor de pareja, sin embargo, su vida se pone patas arriba cuando conoce al nuevo miembro de la manada Quileute.
Seth Cl...
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El día de entrenamiento al fin había llegado y Charlotte parecía ser la más emocionada con el tema, pues le había pedido a Rosalie que la recogiera temprano para organizar todo.
—¡Vamos!, ¡Patealo! —gritó saltando.
Emmett obedeció e intento patear a Jasper, pero este tomó su pierna y lo lanzó varios metros hacia atrás en el aire, haciéndolo caer de espaldas al suelo.
—¡De nuevo! —exigió Emmett.
—¡Tranquilo, puedes llorar!, ¡Eso sonó horrible! —se burló y después gritó asustada al ver el Jeep dirigiéndose a toda velocidad hacia ella.
Edward se estacionó a su lado –a solo centímetros de su cuerpo– y ayudó a bajar a Bella.
—Edwin, idiota. —se quejó y le lanzó una piedra.
—Después nos arreglamos. —le respondió sonriendo. —Ya llegó tu novio.
Todos se reunieron en el centro del que sería el campo de entrenamiento. Rose puso a la pequeña frente a ella y Emmett e hizo una mueca de molestia al ver a los lobos llegando.
Uno a uno fueron bajando las rocas que había entre los árboles y se dejaron ver. Paul y Leah gruñían por lo bajo mirando a los Cullen.
—¡Seth! —gritó Charlie y corrió hacia su lobo.
Se puso de puntillas y lo abrazó por el cuello. —No tienen la confianza para mostrarse en su forma humana. —explicó Edward. —Excepto por Seth, él sólo sigue una orden.
—Vinieron, es lo que importa. —dijo Carlisle sonriendo al cachorro. —¿Puedes traducir?
—Hola, Jake. —saludó Bella.
Sam gruñó y Jacob resopló, dejando confundida a Charlie.
—¿Sam está enojado? —susurró en la oreja de Seth y éste negó rápidamente.
—Bienvenidos, Jasper tiene experiencia con neófitos, nos dirá cómo vencerlos. —comenzó Carlisle señalando al soldado.
—Quieren saber porqué son diferentes los neófitos. —tradujo Edward después de escuchar sus pensamientos.
—Son mucho más fuertes que nosotros porque aún hay sangre humana en sus tejidos, los nuestros siempre serán más poderosos en los primeros meses de vida. —respondió el patriarca y le cedió la palabra a Jasper.
—Carlisle tiene razón, por eso son creados. Un ejército de neófitos no necesita tantos como un ejército humano y no hay ejército humano que pueda contra ellos. —colocó sus mos detrás de la espalda con autoridad y comenzó con el enfrentamiento. —Las dos cosas más importantes para recordar son: Primero, no permitan que los rodeén con sus brazos, los aplastarán. Segundo, no vayan a intentar las maniobras conocidas, las estarán esperando y ustedes perderán. —dio la media vuelta y gritó asustando a Seth. —¡Emmett!
