Luego de escuchar la puerta principal cerrarse, salí de la habitación.
Al llegar a la cocina me encontré a Monserrat.— Hace frío — dije tomando asiento.
Me dedicó una mirada, estaba enfada conmigo.
¿Por lo que sucedió el día anterior?
Quise reír.
— Sabes, a menos que lances rayos con los ojos, no me afectaran tus miradas de desaprobación.
Ni siquiera la conozco así que, meh
— Desapruebo sus acciones impulsivas, pero mi intención no es dañarla. No es la intención de nadie.
— Díselo al tipo que casi me degolla hace — simule ver la hora en mi muñeca, escasa de relojes — quince horas.
— Alec... No le agradas, y tu intento no ayuda.
Fruncí el ceño... Alec.
— Así que realmente esa cosa está dentro de él... — me dije.
— Son como... Un alma dividida, cada mitad con mente propia.
Escuché sus palabras con atención. Esa, cosa de pelaje oscuro y altura intimidante es... Él. Una versión de él.
— No comprendo, cómo... Cómo de él sale ese perro gigante.
— Es un tema. Es su responsabilidad explicarte pero parece que no se llevan bien para comunicarse. — limpió sus manos antes de sacar algo del bolsillo de su gabacha. — creo que seré yo quien te explique las cosas.
— No te preocupes — la detuve — no me quedaré el tiempo suficiente para recordarlo.
Pero ella ignoro eso. Había sacado un pequeño libro de pasta azul y detalles dorados.
¿Reglas?
— Presta mucha atención.
Rodé los ojos, lo que sea que tenga por decir, no me interesa. Nada que no sea "el método para escapar" me interesa
— ¿Puedo solo volver a la habitación?
Cerró el libro de golpe. Me dedicó una mirada de irritación pura.
— Esta, es la razón de todo lo que sucede, así que, deja de hablar.
Me crucé de brazos. Asintió satisfecha, se aclaró la garganta y empezó a leer.
— Hace tres siglos, cuando el lobo aun era un cachorro y el hombre seguía sin encontrar su camino, ella apareció. La diosa, creadora de su especie, le asignó una chica, alguien con quién compartir su eternidad y su tormenta. La encontró una madrugada de octubre; de ojos profundos y cabello brillante, tenía un alma fuerte y decidida. — Parecería inspirada leyendo su dichoso cuento, me pareció infantil. Su excusa, justificante para un secuestro ¿Saldria de un libro escrito por los hermanos Grimm?— era lo que buscaba y necesitaba, una luna perfecta, fue así durante siete años. Pero un día...
Acalló de inmediato cuando un guardia entró en la cocina, solicitando su presencia afuera.
— Léelo — dejó el libro sobre mis manos antes de salir de la cocina, quejándose sobre algo — y recuerda que si existe su especie, existe cualquier cosa. —,Finalizó.
"Carmín" era el título.
No parece interesante, y no perderé horas leyendo esto en lugar de buscar una manera de escapar.
Tomé un par de frutas de la isla y volví a la habitación, con el libro en mi mano, con intención de arrojarlo sobre el tocador y dejarlo ahí hasta olvidar su existencia.
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Nuestra Luna De Sangre
Lupi mannariEscuché historias que me parecían extrañas y tontas toda mi vida, historias que hablaban sobre una bestia que busca a una chica hecha para él. Fuí incrédula. Al verme reflejada en sus ojos petrificantes, me doy cuenta de lo tonta que fuí. ¿Cómo e...