Si ellos supieran

01. Todo lo que podía salir mal, salió mal

MAR.

¿Conocen el sentimiento que se genera cuando alguien suelta una bomba tan grande que nadie en la habitación podrá arreglarla jamás? Así me sentí al escuchar a la conductora del programa decir que estaba saliendo con una chica que ni siquiera conozco.

Intentaba no ruborizarme de la vergüenza y ver la forma más rápida de llamar a mi manager. Mi carrera a la que aún le faltaba ascenso pareció ir en picada, lo cual fue irónico ya que tuve un buen presentimiento sobre aquella entrevista. 

Por dentro solo pensaba: Mierda ¿Y si es Piscis? ¿Qué pensarán mis fans si estoy supuestamente saliendo con alguien con quien no soy compatible?

—¿Disculpa? —preguntó ella, esa chica, sus ojos cafés se abrieron en grande—. ¿Esto estaba siendo transmitido en vivo?

Iba a confrontar a la presentadora, pese a la reputación de ruda que me doy en las canciones quedé paralizada; sabía la respuesta: Sí. Aquella mujer acabó de decir en televisión internacional ante mínimo dos millones de personas que somos novias.

Mi signo tiene fama de desaparecer cuando las cosas se ponen feas, así que fue exactamente lo que hice, esperé que no me prestaran atención para correr mientras llamaba a Luka. Empecé a hiperventilar, nunca viví algún tipo de polémica y aunque me advirtieron que el mundo de la farándula me llevaría a mentir no creo que se hubieran referido a esto.

—Mierda —miré la pantalla rogando que respondiera—, ¿Y si retrocedo a explicarlo?

Mi corazón latía como si huyera por mi vida, me asustaba mucho ver tantas notificaciones rodar hasta hacer colapsar mi dispositivo. En especial porque nunca aclaré nada sobre mi vida romántica —aunque con la canción "Girlove" sea obvio—, que de la nada sucediera me puso los pelos de puntas.

Mis fans estaban fuera, ¿Sería malo para mi imagen tener pareja? ¿Y si eso provoca que ya no se identifiquen conmigo?

Ja, como si tuviera una novia. Ya quisiera.

En un impulso de valentía entré las redes sociales, ni siquiera tuve el valor de ver mis notificaciones, lo último que escribí fue subiendo cientos de respuestas por minuto.

Planeé insistirle a Luka por mensaje directo cuando mi respiración se detuvo, me temblaron las manos y la sonrisa que me obligo a vestir se borró del susto.

Mi nombre en tendencias, ¿Qué demonios está pasando?

—Buenas tardes.

Mi celular se cayó al piso de la sorpresa, creí que escondiéndome en el camerino estaría segura pero una voz femenina me alertó que no. Di media vuelta topándome con la modelo que se presentó al programa, lo primero que hizo fue cerrar la puerta sin dejar de hacer contacto visual conmigo.

Me mie.

Obvio metafóricamente, por suerte. Creo.

Pensé que eso de entrar en pánico frente a alguien muy lindo era broma, pero ya no creo que siga siendo una manera.

Lo único que sabía de ella era que se llama Honne, que su piel morena resalta cuando lleva un labial rojo y su maquillaje de ojos de zorro me hace sentir como una presa. No se veía feliz.

—Astrohada ¿Verdad? —enarcó una ceja—. ¿Qué pasó allá afuera? Porque te advierto que si fue una jugada de marketing voy a...

—No tengo ni la mínima idea. —farfullé al agacharme por mi teléfono.

—Estás mintiendo.

—Jamás, lo juro. Ni siquiera me dijeron que íbamos a estar juntas en el mismo horario.

No se creyó ni una sola de las palabras que se escaparon de mi boca, rápidas y sin coherencia con tal de rellenar el silencio, su rostro es tan expresivo que percibí como juzgó lo que dije.

—Dale, vamos a arreglar esto ahora mismo, —estiró su brazo en busca de un apretón de manos—. soy Honne.

La gente normal se preguntará ¿Qué tanto puede tardar un ser humano decente en decir su nombre? Diría que unos cuatro a cinco minutos mientras proceso lo que está pasando, le di la mano notando como su saludo es largo, invasivo y se coloca encima, mis padres me enseñaron que eso es para demostrar superioridad pese a que quedaba explícito que no soy la más lista. En especial porque claro, me quedé embobada viéndola.

Mar.exe ha dejado de funcionar.

Lleva diecinueve años de su vida sin funcionar. Solo se instaló hacks para pasar los niveles.

—Mar, un placer. —sonreí.

—El placer no es mutuo.

Hasta ese día no supe bien la definición de cara de culo. Ya no más.

Mi manager me llamó de vuelta en el peor momento, la vibración hizo que todos los objetos de la mesa se movieran. Normalmente saltaría a responderlo mas sentí la necesidad de no hacerlo frente a ella. Quedó una especie de gancho a una buena presentación pero ¿Qué se puede hacer cuando te juntan con una persona de la peor manera posible?

—Honn... Tú, por s-si acaso. —me mordí la lengua antes de terminar, maldiciendo internamente en Guaraní.

—¿Qué?

—¿Cuál es tu signo?