05 (Ayuda)

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Si no fuera porque lo necesitaba Sana no estaría a las tres de la mañana despierta viendo a sus amigas intentar explicarle de la mejor forma posible como tenía que tratar a Tzuyu ahora que quiere hacer algo mad que besos y abrazos.

Sana romana nota de todo lo que decían, si Nayeon decía "a" ella lo anotaba y asu con todas las chicas, porque quería complacer a su menor y que mejor que preguntarle a siete chicas que solo hacen eso, tener sexo por todos lados.

Siendo las únicas que no han hecho nada no entendía muy bien la razón de las hormonas alborotadas de las demás, según Momo luego de que hicieran eso ya no serían las misma, aclaró que lo decía de ma mejor forma posible, la peli rosa se lo creyó a media sobre todo por la mirada que le lanzó Dahyun.

Después de que Tzuyu le deseara las buenas noches y se refiriera a ella como "Minatozaki", se hizo la dormida y salió en la madrugada a despertar a las demás para que le explicaran.

Aún estando medio dormidas podían hablar a la perfección y decirle lo que necesitaba, Sana no era de pedir ayuda muy seguido así que cuando llegaba a la oportunidad se esperaban para que los consejos fueran los mejores, con los nerviosa a flor de piel Mina alzo la mano.

— Algo que aportar a la conversación Señorita Myoui —Sana se tomaba esto muy en serio y entre más profesional fuera mejor, asi las chicas tendrían que guardar el secreto.

Las hizo firmar un acuerdo que decía que esta conversación moría en el amanecer y que nunca más se tocaría el tema, podría tocarse, solo, si Sana lo necesitaba.

Cada una firmó para hacer feliz a la japonesa— Dices que no estás preparar y te entiendo es un paso muy difícil —Colocó la mano de Sana en su pecho— Yo también me sentía así, muy nerviosa y te entendemos todas en algún momento llegamos a tener miedo de ser la que... —Mina no sabía como seguir la conversación sin que fuera incomodo para la mayor— Da amor incondicional a la otra persona.

Todas asintieron, Mina tenía razón, Nayeon se sintió horrible cuando Jeongyeon le pidió que le ayudara con su pequeños problema, al igual que Dahyun, Mina y hasta Jihyo.

— Tienes que ser tu, tranquila, estudiala, busca que es lo que le gusta y que no tanto  que la hace suspirar y que no ¿entiendes? —Sana asintió a medias— Quiero que busques que es lo que le gusta a nuestra maknae, se que puedes, eres la mejor.

Con eso dicho una por una se fue a su habitación dejando a una japonesa de cabellos rosas con un dilema existencial, no sabía como hacerlo, lo único que pudo notar es que a Tzuyu le gustaba que la agarrara de la cintura, que mordiera de vez en cuando su labio inferior pero más nada, no es que no conocía a su novia, es más la cocina de sobra, solo que en este aspecto se le hacía casi imposible saber que ocurría en el cuerpo de la contraría.

Sus manos fueron a su pecho y subieron lentamente por su cuello hasta llegar a sus mejillas coloradas y calientes por la vergüenza.

Tenia que hacerlo por Tzuyu y porque una parte oscura de su interior también lo quería, las ganas de experimentar con le estaban ganando a su razonamiento, tal vez comenzaría con una sesión de besos un poco más intensa que las que han tenido, ir escalando, paso a paso podía ayudarlas a acabar con este tema que la hartaba desde un principio.

Con pequeños pero fuertes pasos llego a su habitación, la menor se encontraba dormida en la cama con una pequeña sonrisa, no sabía porque estaba sonriendo solo que se veía adorable y que le encantaría tomar fotos, apago las luces y se acostó al lado de la menor, el cuerpo de su novia era perfecto.

Alta, atlética y fuerte, tres cosas que le encantaban de una chica, su mano derecha indecisa por lo que haría llegó hacía el abdomen de la taiwanesa, su dedo índice presionó la piel expuesta y bajo un poco el short, quería un poco más allá, necesitaba saber si quería, sin en realidad lo necesitaba tanto como Tzuyu quería que lo necesitara.

— ¿Que haces? —Apartó la mano y subió la mirada encontrándose a la de Tzuyu a unos escasos centímetros.

No sabía que contestar, la sinceridad en estos momentos no era la mejor opción— Nada —Dijo sin titubear.

— Me estabas tocando y yo estaba dormida —El tono que usó signicaba una cosa y esa era peligro.

— Lo siento solo quería ver tu cuerpo, porque es que...tengo dudas sobre todo —Mordió la punta de su dedo índice, Tzuyu suspiró y agarró su mano con firmeza.

— Tocar y sentir —Murmuró y bajó la mano hasta su vientre sin querer un suspiro salió de la nada, es que el tacto de las finas y suaves manos de su novia la traían loca— Un poco más abajo —Subió el short como Sana lo había hecho y metió la mano— No tiene nada de malo sentir —Sonrió y besó las mejillas de la mayor, su respiración se agitó al igual que su cuerpo cuando los dedos de Sana acariciaron su muslo interno, luego trazaron algunas figuras que ella no podía entender con mucha claridad.

— Tzu-Tzuyu ¿qué es esto? —El simple roce de la mano de su novia en su intimidad la hizo gemir, muy bajo pero lo suficiente alto como para que Sana se sorprendiera y más se sorprendió cuando sintió una descarga eléctrica que aterrizó en su vientre bajo.

Ese sonido le había parecido muy lindo y necesitaba escuchar más, otro movimiento y la castaña jadeo— Sana unnie —La forma en como lo hizo no tenía explicación y mucho menos lo que provoca en su cuerpo, estaba haciendo estragos en su sistema.

Esto se estaba volviendo adictivo.

𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐓𝐀𝐋𝐊 𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐒𝐄𝐗Where stories live. Discover now