05 (Quinto mes)

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Caminaba de un lado a otro mientras escuchaba a la doctora preguntarle cosas a Sana, ésta las respondía sin ningún problema pero sentía que no debía estar ahí, en lo único que pensaba era en la gran revelación que tendrían en menos de una hora y es que no podía esperar más, estaba tan desesperada y emocionada a la vez no encontraba las palabras exactas para describir lo que su corazón le gritaba, por fin sabrían el sexo del bebé la cosa más importante y por lo que ha estado esperando cinco largos meses, mordía sus uñas y no paraba de mover la pierna.

Sana le había ordenado que se sentará porque parecía que no controlaba lo que sentía así que quería calmarle, le acariciaba el muslo mientras la doctora seguía hablando de algunas cosas que la verdad no escuchaba, ¿y sí era niño?, no tendría ningún problema con eso porque lo amaría igual, tal vez lo llevaría a ver su equipo favorito o se vería en la gran obligación de ver cómo se ligaba a chicas para luego burlarse de él, eso no sería de mala madre, es obvio, pero de todas formas si se burlaria porque es algo que no controla y Minatozaki también lo haría.

La culpa sería para ambas.

Si era niña, la ayudaría acomodarse el cabello o discutir con los chicos o chicas que se le acercan, sería super hiper mega sobre protectora como alguna vez fue si madre con ella, es que con solo pensar en eso siente pena por la pequeña, si es que es niña, siente que aunque ahora crea que las cosas serán distintas depende del sexo del bebé lo amará porque es su pequeño hijo, el fruto del amor y bastante esfuerzo de ambas, sobre todo de la japonesa porque esta tuvo que lidiar con todo.

— Ya es hora —Miró a la mayor por último vez antes de cerrarse por completo, miró el suelo y se quedó pensando en las miles de posibilidades, es que exactamente cuando la doctora dijera si es niña o niño llamaría a las chicas necesita apoyo para poder sobrellevar la noticia y analizarla.

Luego de ésto tendría que pensar en el nombre, una de las cosas que más le emocionaba, le agradece a sus padres el nombre que eligieron para ella porque hay veces que de verdad no piensan mucho en las consecuencias de sus acciones, como Nayeon, nunca le ha gustado el nombre.

— Oh —Volteó a ver a la doctora ésta apretó los labios y siguió como si nada, no entendía porque hacían ese tipo de cosas ya se había emocionado es que hasta casi que se levanta y salta para ver qué era, se volvió a acomodar y siguió pensando en todo lo que podía pasar, Sana la veía y negaba con la cabeza, la verdad es que le daba igual el sexo del bebé es más quería saberlo cuando naciera pero la insistencia de Tzuyu y de las chicas la orillo a suplicarle a la doctora que aunque se tardará cinco horas le dijera que sexo era el bebé.

Minatozaki se estaba burlando de ella internamente porque es que le parecía demasiado adorable ver como movía las manos al igual que las piernas como una niña pequeña que le dicen que aguante hasta la noche para tener el regalo de Santa pero que se queda hasta las doce viendo el techo esperando con ansias verlo porque es el sueño de todo niño, ver a un anciano panzón con un saco en el que presuntamente llevaba un montón de juguetes.

No puede decir nada al respecto porque ella también pasó por eso.

— Creo que... —Se levantó con lentitud— Efectivamente es una niña —Chou saltó de la emoción.

— ¡Yo sabía! —Gritó haciendo que la doctora se diera la vuelta lentamente y la mirará confundida, apretó los labios y aclaró la garganta desviando la mirada para aparentar que no hizo nada, se sentó y encendió el teléfono, tenía que empezar a controlar la emoción.

— Veo que le emociona —Asintió, tenía demasiado vergüenza pero no estaba para pensar en eso sí no para llamar a las chicas, la japonesa se apoyó de sus codos e inclinó frunciendo el ceño al ver como las llamaba, a veces se le olvidaba que su esposa actuaba como una bebé.

— Tzuyu —Se quejó— Creo que deberías esperar que y- —Rodó los ojos al ver como atendían la llamada, siete rostros distintos en la pantalla del teléfono, es que hasta fue una videollamada— Hola chicas —Todas se acercaban a la pantalla, es que ahora lo que veía eran ojos.

— ¿Es niña? —Preguntaron al unísono, Sana miró de reojo a la doctora pidiéndole disculpas, es que las chicas eran tan escandalosas que sentía que se le iban a reventar la cabeza.

— Si —Un chillido se escuchó, subió las manos a sus orejas y las cubrió, definitivamente le iba a doler la cabeza en la noche.

— Se llamará Minayeon, yo lo sé —Nayeon y sus cosas, claro que quería que se llamará así pero la mirada que le lanzó Tzuyu era obvio que le estaba diciendo que no iba a llamarse así.

— ¡Michaeng! —Gritó Chaeyoung, quiso reírse pero no quería hacerlo porque si lo hacía Son estadía enojada con ella y la verdad que no hay peor cosa que enojarla, además de que tendría que lidiar con Mina a las seis de la mañana en su puerta como si fuera su madre para que pidiera disculpas.

— No se llamará así —Cortó la llamada enojada y miró a Sana, ésta se estaba quedando dormida era entendible no había dormida por estar emocionada— La verdad es que no he pensado en un nombre —Se acercó y le dio un besito en la frente— Mi amor tienes que despertar, podrás dormir en el auto y te comprare un helado —La agarró en peso, tenía que cambiarla y eso tomaría bastante tiempo— Bebé por favor despierta, si despiertas comprare lo que quieras —Abrió los ojos de par en par con una enorme sonrisa.

— Así si —Dejó un casto beso en sus labios y se levantó.

𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐓𝐀𝐋𝐊 𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐒𝐄𝐗Where stories live. Discover now