Profundo mar azul

Algo que decir

Una parte de mi se sentía culpable de cambiar de cierta manera el amor que se suponía había entre Petra y yo, desde hace tres años estábamos juntos y la repentina aparición de Eren vino a cambiar todo por lo que tenía que hacerle saber sobre mis nuevos sentimientos incluso si eso significa romper su corazón lo cual es menos cruel a que viva esperanzada a que algún día volveré para estar a su lado y darle la vida que soñaba desde niña.

Me removí incómodo en mi lugar, si bien mis sentimientos por Eren son fuertes algo dentro de mí se sentía incómodo respecto a Petra, la apreciaba y era cierto que no merecía nada de esto pero Eren había aparecido primero en mi vida, sin él ni siquiera estaría aquí.

Habíamos estado repasando el plan que Kenny me había dado la noche anterior, Petra también estaba presente puesto que ella quería ser de ayuda aun después de que nosotros nos pusiéramos a salvo.

—¿alguien tiene alguna duda?

Eren levantó tímidamente la mano, mirando hacia el piso cuando todas las miradas se clavaron en el.

—¿y si alguien es capturado?

—b-bueno la gente que acompaña a Kenny cuenta con una clase de veneno, prefieren morir a ser interrogados o sentenciados, con ellos no habría problema —todos lo miramos con duda— el aseguró que tendríamos cubiertas las espaldas así  que ninguno de nosotros tendrá algún inconveniente

—después de que ustedes se vayan, presentaré  la evidencia que  he recolectado para enviar a prisión a mi padre...en el mejor de los casos

—Petra —habló Farlan— si quieres no deberías tomar una medida tan drástica

—¡no! Claro que debo por muchos años mi padre cometió atrocidades contra criaturas indefensas, no sabemos a cuantos más como Eren lastimó

La miré con nostalgia, Petra era una mujer maravillosa pero mi corazón ya no se aceleraba con la menor de sus cualidades esperaba que pudiera perdonarme. Miré también a Eren; mi corazón y alma enteros me gritaban que el era el indicado, ambos valían el riesgo pero yo ya había elegido mucho antes de conocer siquiera a Petra.

Intercambiamos miradas y asentimos de manera ligera con la cabeza, todos estábamos de acuerdo con el plan y las dudas se habían disipado al menos por el momento.

—te llevo hasta tu casa Petra

Una vez en la puerta Petra se aferró a mi brazo, miraba nervioso a todas partes intentando retrasar lo que diría a continuación no quería hacerlo pero si lo prolongaba más las consecuencias serian peores.

—Petra, hay algo que tengo que decirte, es muy importante —mi voz salió temblorosa; lo detestaba.

—¿es sobre lo de mi padre? —preguntó ceñuda— es mi decisión Levi

—no, es algo más —inhale profundo, controlando los leves temblores de mis manos, tragando todo el valor posible, sacando el miedo y la duda reinante— Petra en verdad eres una mujer maravillosa y por ende mereces a alguien que te valore mucho más de...

—lo entiendo —su interrupción me hizo mirarla bastante confundido— desde que Eren apareció actuabas un poco extraño, al principio pensé que era por algo malo pero cuando observé que lo mirabas con amor supe que ya era demasiado tarde para mi. Y lo acepto pues el llegó mucho antes que yo además ha pasado por tanto que sería injusto retener a la persona que mas ama

La miré nostálgico, anteriormente me volvía  un manojo de nervios ante su presencia ahora la veía con los mismos ojos con los que veía a Farlan y Erwin, no había nada mas allá  de amor fraternal.

—eres una mujer maravillosa —besé su mano— llegará alguien mejor para ti y quiero que seas plenamente feliz con ese alguien

Unas pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas, me abrazo tan fuerte que sentía que en cualquier momento me rompería las costillas. Correspondí en un intento de brindarnos consuelo pues acabamos de perder al amor de nuestra vida.

De regreso a casa no pude evitar pensar en lo libre que me sentía al aclararle mis sentimientos a Petra, era como si un peso dejara de asfixiarme. Ahora sólo tenía que preocuparme por llevarme a Eren lejos de aquí donde nadie quiera hacerle daño, donde podemos caminar tomados de la mano sin ser juzgados o tachados de enfermos, donde no hay miedo a ser colgados por amar a alguien del mismo sexo, quiero esa libertad y esa vida feliz que alguna vez llegué a soñar porque Eren no es el amor de mi vida esa fue Petra; un amor que no duraría por siempre y que se encargó de enseñarme muchas cosas tanto buenas como dolorosas...Eren es el amor que quiero para mi vida y no voy a descansar hasta que ambos seamos felices.