Había crecido con una aberración al mar y sus profundas aguas oscuras, desde que tenía memoria el recuerdo de una criatura de ojos verdes atormentaba sus pensamientos robandole el sueño y muy pronto también su corazón.
Novecientos noventa y ocho, novecientos noventa y nueve, suspiré, mil, la puerta se abrió de nueva cuenta con brusquedad y enseguida el agua helada cayó sobre mi, apreté los labios para evitar tragarla.
—ya escupe lo que sabes ¿Dónde está el tritón? —el dueño de aquella voz me tomó por los cabellos, no podía verlo a causa de que había algo cubriendo mis ojos pero ante su putrefacto aliento sabía de sobra que estaba cerca de su cara.
—el hocico te apesta a mierda, si quieres una respuesta asegúrate de lavarlo primero —espeté molesto.
El agarre se aflojo en mis cabellos seguido de un fuerte puñetazo en el estomago, jadee tratando de recuperar el aliento a la espera del segundo puñetazo que no llegó.
—ya basta por favor —la débil voz de Petra hizo vacilar al sujeto— ya déjalo en paz
Aquel sujeto chasqueo la lengua liberándome de su agarre, lanzó la cubeta de nueva cuenta a donde estaba la gotera y se fue cerrando la puerta. Uno, volví a comenzar con la cuenta, cada mil gotas esta se llenaba y el tipo aparecía por la puerta, dos... tres... cuatro...
—¿estás bien?
—¿tan mal me veo?
La oí soltar una débil risa.
—incluso golpeado y sucio no dejas de lucir atractivo —su voz era más como un susurro rasposo, su estado debía ser peor que el mío.
—¿se sigue infectando?
—luce asquerosa, no creí morir de una forma tan repulsiva
—no vamos a morir —respondí un tanto enfadado, no iba a perder las esperanzas en que alguien vendría a buscarnos— . Al menos no está dentro de mis planes por ahora ¿Qué hora del día es?
—está amaneciendo
—llevamos mucho aquí
—son días que se sienten como una eternidad ¿de verdad crees que alguien venga por nosotros?
—no lo creo, estoy más que seguro aunque por una parte no lo deseo, Eren no va a dejar de culparse que yo esté así
No respondió, seguramente estaba cansada y débil, lo entendía a la perfección pues la herida en su pierna estaba infectándose y por lo que había mencionado las cuerdas que le ataban las muñecas estaban comenzando a sangrar, a diferencia de mi ella no tenía los ojos vendados así que ella era mi visión por lo mientras. Suspiré derrotado el cansancio también me estaba comenzando a vencer si iba a morir al menos deseaba ver por última vez a Eren.
—mierda, perdí la cuenta. Si sigues consciente para cuando el balde se llene de nuevo avísame por favor
—claro —susurró.
Suspiré, ¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir? Recuerdo que había quedado inconsciente en la pelea durante el muelle y después había despertado aquí junto a Petra, según me explicó había logrado alcanzarnos y ella se atravesó entre el tiro de su padre y yo, de no haber ocurrido así ya estaría muerto en estos momentos.
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—¡Levi!
—eh ¿Qué ocurre? —sacudí la cabeza confundido ¿Qué había ocurrido?
—¿no escuchaste? —su voz sonaba quebradiza
—no, creo que perdí la conciencia por unos minutos o quizá me quedé dormido realmente no estoy seguro ¿Qué fue lo que pasó?
—el sujeto de siempre volvió y dijo que van a ejecutarnos
Mierda eso no estaba pasando.
—¿Cuándo?
—al amanecer
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