Esta es la historia de como Izuku Midoriya pasó de ser un débil quirkless a ser uno de los &%$$@£#& más temidos. Un día como cualquier otro, Izuku volvía a su hogar cuando de repente un villano lo atacó, pero fue salvado por su ídolo de aquel entonc...
Insertar Attack On Titan OST: "VOGEL IN KAFIG (THE RUMBLING)" de Samuel Kim. (OBLIGATORIO)
Izuku abrió sus ojos con pesadez, una luz incandecente golpeó su rostro provocando que inconscientemente lleve su mano frente a su cara para tapar esa luz.
Poco a poco se fue levantando del suelo bastante consternado, no tenía idea de donde estaba y como había llegado a ese lugar.
Sus ojos se acostumbraron a la fuerte luz notando que era el sol, el cielo mostraba su hermoso color celeste sin ninguna nube que lo obstruyera.
Debajo de él, había una cantidad impresionante de arena amarilla, a su lado de podía escuchar el ruido de las olas chocando contra esta misma arena.
A su nariz llegó el inevitable olor a agua salada, se puso de pie observando el paronama frente a él... estaba en una hermosa playa.
El ruido de las gaviotas sobrevolar el cielo llamó su atención, era un lugar magnífico. Lo único que podía sentir era paz y tranquilidad... y una sensación nostálgica.
— Yo... — Deku entrecerró sus ojos intentando observar el horizonte, pero este estaba nubloso — ¿Estuve aquí antes?
La brisa cálida de playa golpeó su rostro haciendo mover su verde cabello, sus ojos esmeralda se iluminaron al reflejar la preciosidad del mar.
Inevitablemente volteó hacia atrás notando que era una gran playa, no podía ver donde terminaba ya que los bordes de esta eran nublosos.
Era como si fuera una playa infinita, no veía a otras personas o algún ser vivo además de las gaviotas volando en el cielo.
— ¿Y eso...? — Midoriya notó algo que llamó su atención de forma exagerada — ¿Acaso...? ¿Son árboles?
No muy lejos de su posición, una especie de árbol hecho de luz se alzaba desde el suelo arenoso. Brillaba con intensidad y parecía que sus ramas se extendían, y de esas mismas ramas caían hilos blancos hechos de luz.
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Habían tres árboles más pequeños y de distintas características rodeándolo, uno de ellos poseía nueve colores distintos: blanco, azul, verde claro, rojo, naranja, fucsia, violeta, amarillo y rosa.
El otro árbol era completamente negro con distintas partículas de luz blancas y el último de estos era rojo con tonos negros y blancos.
— ¿Qué es este lugar? — cuestionó el pecoso con confusión — ¿Por qué... siento que ya estuve aquí?
Los hilos del árbol blanco del medio se conectaban con los árboles que lo rodeaban, era algo sumamente inusual y raro, pero por alguna razón Midoriya Izuku no lucía sorprendido.
