Como conocí al Soldado de Invierno.

Capitulo 5: ¿No hay hogar como el hogar?

NEW YORK 6:30 PM

Carol se había esforzado a más no poder en busca de respuestas, estuvo llamando a cualquiera que fuese contacto de su hija preguntándoles si alguno de ellos sabía algo al respecto, nadie sabía nada sobre su hija cosa que sólo la hizo enfadar aun más.

—¡Esto no podría ser peor! —exclama Carol preocupada. —No sé cómo le contaré esto a Steve…

MIENTRAS TANTO STEVE Y RICK…

Ambos caminaban tranquilos, estaban en el aeropuerto para ir a tomar su vuelo, Steve pensando en su prometida y en su hija… Rick, pensando… En lo mucho que les contaría a todos sobre los bares y clubs nudistas que estuvo visitando sin Steve.

—¿En qué piensa, Cap? —le pregunta Rick.

—Sólo en como estarán las cosas en casa.

—Todo está bien, Cap. Deberías dejar de preocuparte tanto por nada.

—Sólo tengo un mal presentimiento.

—Seguro sólo es tu imaginación. —dijo Rick, con una sonrisa irónica.

Ambos entraron al avión y tomaron sus asientos.

Steve le tocó sentarse junto a la ventana, no podía dejar de pensar en como sería al volver estaba bastante concentrado en ver de nuevo a su hija y a su prometida. 

(…)

Tragué saliva, el no me había dicho nada después de que le dije la verdad, creo que en el fondo realmente no creía para nada que yo fuera hija del Capitán América. Una parte de mí estaba nerviosa por lo que podría pasar si me padre descubría que yo me había desaparecido o peor aun si mi madre se daba cuenta, me matarían… Sí es que yo volvía con vida a casa después de esto.

Mientras estaba sola pude mirar a mi alrededor, no era una casa muy grande o acogedora, pero estaba bien para vivir solo en ella… Sí es que él vive solo.

Donde me encontraba sólo estaba el sofá, un pequeño sillón al lado del sofá y un televisor pantalla plana que estaba enfrente de mí, entre el sofá y la pantalla plana había una pequeña mesita, no había nada sobre ella. Las paredes estaban pintadas de blanco, no había nada de posters sobre alguna (cosa que me sorprende en verdad).

Aun me sentí algo mareada, no entendía porque él tuvo que hacerme un completo drama y atraparme de tal forma por el simple hecho de que yo sé algo que sólo pocos saben, bueno algo que en realidad sólo S.H.I.E.L.D., Mi padre, mi madre y varios héroes saben…

Tal vez, sólo quiere tener una vida normal… Tal vez.

El sonido de un plato cayendo sobre la mesita que estaba frente a mí, el plato tenía dos hamburguesas. Pude ver que se había cambiado de ropa también ahora tenía un pantalón crema con una camiseta blanca sin mangas, ahora que lo podía ver bien su brazo de metal estaba al descubierto, y él se veía más musculoso de lo que yo pensaba.

—Lamento que sea todo lo que te podré ofrecer. —dijo después de colocar un vaso de jugo frente a la mesa.

—No quiero comer nada. —dije negando con la cabeza. —Sólo quiero irme a casa, hasta donde yo sé tú podrías ser un violador, o un asesino cereal, o ambas cosas.

Él se rió. —Sí realmente te quisiera hacer daño ya te lo habría hecho. —dijo y volvió a reír.

Yo me crucé de brazos e hice un puchero. —A mi no me parece gracioso, Soldado.

El dejó de reír al parecer le incomodó que yo le dijera soldado.

—Come. —dijo tomando el plato e inclinándose hacia mí para que yo lo tomara.