Como conocí al Soldado de Invierno.

Capitulo 23: Fin del juego.

Cerré los ojos reteniendo aire, ¿estaba muerta ahora? Abrí los ojos lentamente observando la escena, Viper se encontraba en el suelo y la pistola con la que casi me quita la vida, sí es que no me he vuelto loca, estaba en manos de James... ¡James! Él... Me salvó. Lo miré atónita, nuestros ojos se habían cruzado nuevamente y desvié la mirada, no podía creerlo. No podía ser cierto.

Mi papá también estaba desconcertado mirando a quien fue su mejor amigo, tampoco sin comprender lo allí ocurría. Los soldados no se movieron de sus posiciones aun mirando a Viper en el suelo.

—Esto no iba de acuerdo al plan. —dijo mirándola levantarse del suelo.

—No recuerdo habértelo preguntado. Yo no trataría de hacerme el listo sabiendo que tienes una deuda conmigo. —se acercó bruscamente hacia él quitándole el arma. —Sabes muy bien lo que podría pasarte si me desafías.

James se quedó en silencio mirándola con furia pero sin llegar a hacer ninguna clase de comentario.

No pude dejar de mirarlo... ¿Qué deuda? ¿Qué demonios fue todo eso? Nuevamente desvié la mirada hacia mi padre, él tal vez estaba más confundido que yo, deseaba poder acercarme a él y desatarlo, pero viendo la situación en la que nos encontrábamos, no me imaginaba como lo lograría.

—De todas formas, ya tengo lo que quiero. —dijo haciendo un ademan hacia Steve, comenzó a caminar tranquilamente por la habitación. —Pronto vendrán a recogerlo unos científicos que desean usar su ADN para crear más súper-soldados. —dijo mirando hacía mi. —En cuanto a ti, sólo fuiste una carnada para mi trampa, ya no me sirves de mucho ahora. ¿Qué haré contigo? —pensó caminando cerca de Steve mientras este furioso escuchaba sus palabras.

Fue como si me hubiesen lanzado un balde de agua hirviendo encima, quería gritar, maldecir, correr a golpear a esa mujer. Pero a la vez me sentía incapaz de poder hacer algo, sería detenida por alguno de los soldados, sin importar lo que yo intentara hacer.

—Eres un jodido monstruo... —susurré con un nudo en la garganta.

Fue cuando sin aviso, como cualquier grupo de ladrones que no necesita invitación para entrar en una casa, derribaron la puerta, eran ellos. Ellos habían venido.

—¡Ríndanse y nadie saldrá herido! —gritó uno de ellos al entrar notablemente armado, un grupo de soldados con ametralladoras y otros tipos de armas prosiguieron a entrar, eran varios.

Mi corazón latía con desenfreno cuando uno de los soldados de Viper me tomó del brazo guiándome rápidamente hacia lo que parecía ser era un escondite, detrás de unas cajas, no era exactamente el mejor escondite pero me consiguieron alejar de la escena, le preocupaba su padre, deseaba que no se encontrara aun atado en medio de aquella conmoción con pistolas de por medio.

—¡Rayos! —Viper no tardó en tratar de esconder como le fuera posible, logrando ocultarse detrás de un armamento de cajas cercano, arrastrando a Steve por el respaldo de la silla mientras que sus soldados hacían lo posible por cubrirla.

Ahora los soldados de Viper les apuntaban a los soldados de SHIELD, quienes no parecían ir a rendirse en lo absoluto. Todos los soldados de SHIELD iban con cascos y con uniformes que parecían estar proveídos con chalecos anti-balas, por lo que los soldados de Viper se encontraban en evidencia contra ellos.

—¡BASTA! Estoy harto, voy a soltarla. —exclamó uno de los soldados de Viper alzando una granada. —Quiero que esto termi... —su voz fue acallada por un disparo en el pecho y la granada que poseía cayó sin más al suelo sin siquiera ser detonada.

Aquello fue sólo el comienzo de una balacera que fue desatada dentro de aquel lugar, algunos soldados de SHIELD fueron heridos en esto, mientras que otros lograron neutralizar a algunos de los soldados de Viper, luego buscaron un punto seguro para disparar. La bodega era grande, por lo que había varios lugares en los que podían ocultarse con los rehenes. El grupo de soldados de SHIELD se dividieron en grupos de dos para poder cubrir todo el perímetro. Fue ahí cuando vieron a dos soldados forcejeando para obligar a una chica a salir por lo que parecía ser una puerta de emergencia.

—¡Déjenme ir! —grité casi en un sollozo cuando vi a los soldados de SHIELD disparar contra quienes me sostenían.

Me quedé atónita, al ver los cadáveres de aquellos hombres caer al suelo, uno de los soldados se quitó la mascara revelándome su identidad, en cuanto supe quien era no pude evitarlo y corrí a abrazarle.

—¡Natasha! Creí que nunca volvería a salir de aquí... —dije con lágrimas en los ojos.

—Estoy aquí, todo va a estar bien. —dijo tratando de reconfortarme. Éramos buenas amigas, a pesar de que ella fuese la prometida de mi padre, por alguna que otra razón siempre le he tenido cariño.

(...)

Viper había conseguido salir de la bodega aun percatándose de que habían soldados de SHIELD buscándole, mantenía a Steve consigo, aun arrastrándolo del respaldo de la silla. No llegaría lejos con él, por lo que tuvo que resignarse enojada y dejarlo ahí, salió corriendo y se fue adentrando hacia la selva con tal de no ser atrapada.

—Bastardo, necesitaba hacer el intercambio. —se dijo para sí misma mientras corría, había llegado hacia otro escondite en búsqueda de algo que le ayudase a irse de la isla.

Dejó de hacer lo que hacía luciendo atónita, cuando escuchó el gatillo de una pistola sonar detrás de ella.

—Hasta aquí llegaste. —sonrió apuntándole con una pistola.

—Eres un gusano. ¿Acaso crees que tienes oportunidad contra mí, bastardo? Sabes que puedo y te hundiré.

James negó con la cabeza. —Hablas demasiado, ¿no crees? —La tomó del brazo con firmeza aun apuntándole en la cabeza con el arma.

Viper sonrió levemente y le pegó un fuerte codazo en el estomago con su brazo libre, provocando que James soltara el arma y perdiera el equilibrio un momento. No tardó en derribarle al suelo de una patada, pues Viper a pesar de verse como una persona cualquiera, era una mercenaria con grandes habilidades físicas dignas de un atleta olímpico.

—Necesitaras ser mejor que eso. —dijo a punto de tomar el arma pero fue derribada también al suelo de una patada hacia sus pies provista por James. Él no tardó en ponerse encima de ella acorralándola.

—Hasta aquí llegaste, ríndete.

—¿Y qué? ¿Crees que te perdonaran y sólo a mi me arrestaran? —rió. —Soy más fuerte de lo que crees. —dijo brindándole un cabezazo. Lo que provocó que este perdiera el equilibrio y ella se lo quitara de encima levantándose, lista para poder irse de aquel lugar, se movió por la habitación en búsqueda de algo. Él estaba enfurecido, necesitaba atraparla o de lo contrario las cosas empeorarían para él, tenía asuntos pendientes en el crimen organizado y algunas deudas que se había conseguido gracias a Viper. Era una mujer con suma influencia en el crimen organizado y sabía, si ella escapaba, conseguiría la forma de hundirlo como sea.

No tardó en levantarse del suelo para ir tras ella, iba a golpearla con un fierro que alcanzó a tomar pero esta rápidamente lo esquivó. Y lo golpeó de un puñetazo en la cara, ella podría no parecerlo, pero realmente era fuerte. James sacó un cuchillo de su cinturón y volvió a acercarse hacia ella con intención de ponerle fin a aquello. Ella se puso en posición de combate y pateo su mano provocando que el cuchillo volara en el aire, y volvió a patear a James, esta vez en el pecho, provocando que este retrocediera hacia atrás.

Ahora ella tenía el cuchillo y corrió con suma agilidad hacia él lista para apuñarlo cuando se detuvo en seco soltando el cuchillo, sus ojos abiertos como platos. Miró hacia abajo, él ya tenía otro cuchillo en su mano, y la estaba apuñalando con el mismo. Volvió a mirarlo con su mirada desorbitada, la cara de James era ilegible. Sin más la dejó caer al suelo, sus ojos apagados, evidentemente había muerto. Y él había sido el responsable de ponerle fin a la historia de su vida.

Gracias a quienes se toman el tiempo para leer, a pesar de que no tengo un horario especifico ni nada para subir caps, pero continuaré escribiendo hasta el final. Tal vez no sea la mejor ni nada haciendo historias pero lo hago porque me gusta, y espero que a ustedes les guste.