Capitulo 13: Odio no poder sacarte de mi mente.

946 66 0
                                    

(…)

Mientras tanto yo no podía estar más aburrida de estar en mi casa sin tener noticias sobre nada, no fue hasta después que escuché que tocaban la puerta, rápidamente me levanté al ver que era mamá quien aparecer iba acompañada de papá no dudé en abrir la puerta. Ambos lucían felices de verme, papá me abrazó en cuanto entró y yo le devolví el abrazo, mamá cerró la puerta y entró para irse discretamente hacia la cocina mientras papá y yo teníamos una pequeña conversación sobre los entrenamientos militares que yo quería tomar, pero de los que él no estaba seguro que yo debía tomar por ahora.

A veces creo que papá me consiente demasiado. Luego recuerdo que soy su única hija y se me pasa. ¡ja!

A veces no soporto lo hipócrita que se pone mi subconsciente.

No puedes negar que no te lo has sacado de la cabeza, quieres saber si él está bien admítelo.

Ignoro mis pensamientos y continuó mi conversación con papá. No puedo evitar las ganas de preguntarle si sabe sobre quien fue el que me secuestró.

—Papá… ¿Puedo preguntarte sobre…?

—Ya sé quién fue, hija. —me dijo interrumpiendo mi pregunta aun no completada, fue como si él hubiera leído mis pensamientos, cosa que realmente me espantó.

—Lo siento si te molestó mi pregunta, papá.

—Está bien, tú no tienes la culpa de nada. —dijo papá sosteniendo mi mano.

Yo también sostuve su mano, apenada por toda esta situación. Luego decidí cambiar de tema para hablar sobre algo más trivial entre nosotros como mis planes de enlistarme algún día aunque sería difícil según él.

Fue entonces cuando llegó mamá con algunos bocadillos.

—Lo siento por la tardanza. Espero lo disfruten. —dijo después de colocarlos sobre la mesa y volver a la cocina.

Luego de un rato mamá vino a sentarse con nosotros y estuvimos conversando sobre cosas triviales hasta que sonó el timbre.

—¡Yo abro! —grité levantándome del sofá, dejando a mamá y a papá solos.

Fui corriendo a la puerta y al abrirla me quedé sorprendida de ver que era mi mejor amiga, Kendall. Ella se asombró y prácticamente saltó sobre mí envolviéndome en un abrazo al verme.

—¡Rayos, me diste un susto de muerte, Sarah! Llegué hasta pensar que estabas muerta.

—Descuida, descuida, ¡Ahora estoy bien! —grité tratando de no caerme ya que ese abrazo me había tomado por sorpresa.

Realmente, no debo de volver a hacer algo alocado que llegue a provocar mi desaparición.

Mamá vino corriendo al oír los gritos de Kendall pensando que había pasado algo y se tranquilizó cuando nos vio a nosotras dos abrazadas, papá estaba justo detrás de ella.

Fue así como Kendall se nos unió y ambos (Kendall y mi padre se quedaron incluso a cenar.) Kendall me había atacado como paranoica queriendo que le contara sobre todo pero con mis padres ahí era muy difícil hacerlo, ellos preferían que yo no tocara aquél tema pero conociendo a Kendall me haría hablar sobre eso más tarde. Para ser un día bastante intenso con respecto a lo de mi secuestro y a… James, la pasé realmente muy bien, tener a mi mejor amiga y a mis padres ahí mejoró las cosas, los demás chicos (mis compañeros Jóvenes Vengadores) Me llamaron para saber mi situación al parecer todos estaban en misiones o entrenamientos fuera de la ciudad por eso no pudieron venir, pero me prometieron ir a verme después.

Se hizo tarde por lo que mamá tuvo que despedir a papá y a Kendall, aunque Kendall me susurró que le gustaría quedarse a dormir le dije en un susurro de vuelta que no era buena idea por el momento.

Mamá y yo necesitábamos estar solas, y así fue luego cada quien fue a su habitación, mamá estaba algo dudosa pero se fue a dormir y yo fui a mi habitación aunque de pronto los recuerdos de él volvían a mi mente, era frustrante el simple hecho de no poder sacármelo de la mente.

(...)

Como conocí al Soldado de Invierno.Where stories live. Discover now