Capitulo 20: La Promesa.

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Ya era hora, Steve estaba preparado para irse a su misión; rescatar a su hija. Se encontraba en la base de SHIELD. Tomó todas las precauciones posibles antes de subir al Helicóptero que lo llevaría a su destino. Nick Fury le indicó cuales habían sido las coordenadas que había especificado Viper, y este asintió con la cabeza. Le incomodaba el hecho de que Viper llegase a caer tan bajo involucrando a su hija en el asunto.

Al subir al Helicóptero, sólo le quedó esperar llegar a su destino, el piloto saludó al Capitán con un asentimiento de cabeza y puso el Helicóptero en marcha.

(...)

Después de días sin poder dormir del todo bien en aquella fría celda, alguien interrumpe sus pensamientos.

-Despierta bella durmiente. —Es hora del traslado. —dijo Viper chocando los barrotes de la prisión con una especie de batuta cosa que irritó a Sarah.

Me sentí anonada ante aquel ruido pero comencé a incorporarme lentamente, mirándola con rencor. No sabía a quién odiar más; a ella por ser quien es, o James quien fue el que la puso en ese apuro para comenzar. Ya empezaba a sentirse como su padre, no todos los días despiertas y descubres que tu mejor amigo e incluso tu compañero, al que tanto apreciabas se decidió pasar al lado oscuro.

Aun era difícil de digerir aquello.

Sentí que dos personas la terminaban de levantar y me obligaban a salir fuera de la celda, cada hombre me sostenía de un brazo.

-Llévenla al escondite, él puede estar aquí en cualquier momento. —le ordenó Viper a los soldados.

Los dos hombres prosiguieron a hacer lo que Viper les ordenaba, yo sólo podía mantenerme cabizbaja, sabía que sí tenía la oportunidad de escupirle en su cara de víbora no lo resistiría por muy mal visto que fuera. Sólo podía pensar en mi padre y en mi madre, tenía miedo que intentara hacerle algo a ellos. Ahora me sentía sola, y no tenía a nadie en quien confiar.

Los dos hombres me llevaron por un pasillo, noté que al final del pasillo había una puerta de madera. Uno de los dos abrió la puerta, me sorprendí cuando ambos me sacaron hacia afuera y pude darme una mejor idea de en donde estábamos. Era un lugar llenó de vegetación y muchas plantas, era como... Una selva.

Aunque no había señales de vida animal cerca, miré hacia arriba asombrada, no podía creer todo aquello, había muchas plantas sobretodo plantas carnívoras en aquel lugar. A diferencia de las plantas carnívoras normales que uno espera ver, aquellas plantas eran mucho más grandes que una planta carnívora normal. Me tensé al pasar cerca de esas plantas con ambos hombres sujetándome de los brazos, no tenía idea de a donde me llevaban, pero luego de ver todo, traté de forcejear para soltarme del agarre de uno de ellos pero me sostenía con fuerza aun cuando creía que podía sacar algo de ventaja no lo logré.

Sentía un nudo en la garganta de la enfadada que estaba, de lo incapaz de hacer algo que me sentía. Ambos se detuvieron frente a una puerta de acero colocada en una gran pared de roca, la puerta parecía ser muy resistente, dentro del calabozo sólo se podía ver oscuridad. Uno de ellos me soltó, dejando uno de mis brazos libre, traté de hace un ademan de que podría escaparme pero no lo logré, el otro hombre me sostuvo con fuerza y me colocó unas esposas frente a mi pecho. El calabozo había sido abierto, el hombre que me sostenía me empujó hacia dentro y me encerraron, ¿qué demonios esperaban ganar ellos con esto? Era la pregunta que se hacía una y otra vez, aunque quedase siempre en incógnita.

Suspiré recostándome de la pared y dejándome caer hasta el suelo. Estaba cansada de tener que pasar por aquello, y lo único que anhelaba era poder regresar a ver a mis seres queridos, y mejor aun, poder decirle algunas verdades a mi gran "amigo" James. Tan sólo pensar en él me dolía, a pesar de que estuve atrapada con él por días, de alguna forma me hizo sentir... más confianza en él.

Como conocí al Soldado de Invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora