Capitulo 19: Muerte Súbita.

837 55 0
                                    

Me mordí el labio con fuerza sentada en el suelo de mi celda, ya había amanecido y no pude dormir para nada pensando en aquella nota. No podía creerlo, para mí era demasiado irreal. No sabía en quién confiar o que hacer. Para mí yo no tenía a nadie en quién confiar, me sentía abandonada.

Sentía mi garganta seca y los parpados pesados, cerré los ojos recargando mi espalda en la pared, esto no podía ser peor para mí. Extrañaba a papá y a mamá, no podía ni imaginarme como deberían de estar ellos ahora mismo preguntándose por mi paradero o... Siquiera sé si me están buscando, estaba nerviosa, no sabía qué hacer o que pensar. Era odioso estar sometido contra tu propia voluntad sin poder hacer nada para defenderte o para ayudarte a ti mismo, no hay nada que yo pueda hacer y eso me molesta.

Aclaré mi garganta cuando sentí unos pasos aproximarse hacia mi celda, no tardé en deducir que aquellas pisadas pertenecían a unos tacones, y me mordí la lengua para evitar decirle unas cuantas verdades cuando la vi frente a mí. No era nada más y nada menos que Viper.

-Buenos días, ¿cómo amaneciste? -me preguntó sínicamente con una sonrisa.

Como detesto a esa perra.

-Curioso que lo preguntes, estoy de maravilla. -dije sarcásticamente. -Mi padre me encontrará, ya lo verás.

-No será necesario que busque...-dijo acercándose a los barrotes de modo que podía verme mejor desde allí. -Puede que te unas con él más rápido de lo que te imaginas. -dijo sonriendo con malicia.

La miré estupefacta por unos momentos, negué con la cabeza, no me iba a fiar de sus palabras, ella es conocida por ser toda una víbora y por ende también es conocida por ser muy engañosa. Era también una mercenaria peligrosa pero eso no me preocupaba, lo único que me preocupaba ahora mismo es que pasaría conmigo y para que me querían.

-Niega todo lo que quieras, necesitaba venir a ver que estabas bien. Pienso trasladarte dentro de poco.

Viper salió de la cárcel con paso firme y despreocupado.

Ahora no podía sacarme aquellas palabras de la mente... "Puede que te unas con él más rápido de lo que te imaginas." Como la detesto, aunque en el fondo no quiera admitirlo, tengo miedo de lo que pueda hacer o de lo que tenga planeado hacer. Ya no tengo a nadie en quien confiar, y James es un idiota no quiero siquiera pensar en él ahora mismo.

NEW YORK, BASE DE SHIELD, OFICINA DE NICK FURY.

Todos estaban sentados en sus respectivos asientos, Nick Fury detrás de su escritorio.

-Los he llamado porque seguro estarán interesados en escuchar esto. -dijo Fury sacando un sobre de un cajón de su escritorio.

-¿Tiene que ver con la desaparición de mi hija? -reclamó Carol cruzada de brazos.

-Déjanos verlo. -se limitó a decir Steve.

Fury asintió con la cabeza, su expresión era seria, sólo sacó un disco del sobre que tenía en sus manos y se levantó de su escritorio, en la habitación había una TV con reproductor así que fue hacia donde se ubicaba la TV y puso el disco en su lugar correspondiente para darle a reproducir.

Steve y Carol lucían un tanto impasibles desde sus asientos al comenzar a ver el video. Era Sarah, su hija sentada en el suelo con su cabeza recargada en una pared, ella se veía pálida y cansada, como alguien que lleva tiempo sin dormir.

La mandíbula de Steve se tensó al ver aquella imagen de su hija demacrada y atrapada, Carol sólo inhaló aire profundamente apretando los puños, trató de calmarse aflojando las manos y acomodó un mechón de su rubio cabello tras la oreja, la grabación aun no terminaba.

Luego quien grababa bajó la cámara, por la calidad del video parecía ser algún tipo de cámara que graba en la oscuridad, se escuchó una pequeña risita luego de unos segundos. Volvió a subir la cámara esta vez el lugar en el que grababa se veía con claridad, era una especie de pasillo cuyas paredes eran de un notorio blanco.

-Bien, esa es tu hija, Capi. -dijo la voz femenina y no tardó en enfocar la cámara y colocarla en un punto adecuado para que se pudiese ver su rostro. -Supongo que no me echas de menos.

Steve apretó la mandíbula cuando vio que se trataba de Viper, también Carol abrió los ojos cómo platos al ver que se trataba de ella.

-Seré breve. Si tanto deseas volver a ver a tu angelito con vida ven a buscarla tú mismo... Nadie más, sólo tú. -dijo con una sonrisa de suficiencia. -Si intentas venir con tus hombres de SHIELD lo sabré.

-¡¿Acaso me están tomando el pelo?! -Carol se levantó de su asiento airada mirando hacia la TV.

-Será mejor que me hagas caso, Capi... -dijo con un brillo maligno en sus ojos mientras sonreía. -Tú mejor que nadie sabes de lo que soy capaz.

Y la grabación finalizó.

Steve permaneció serio sentado en su asiento, su mandíbula seguía tensada y cubrió su cara con sus manos un momento ignorando como Carol le reclamaba airada a Fury sobre aquella cinta. Él se levantó de su asiento acercándose hacia Carol mientras ella trataba de interrogar a Fury sobre aquella cinta, él puso su mano sobre el hombro de ella haciéndola callar.

-¿Alguna idea de qué es lo que ella se trae entre manos?

-No, pero sólo podemos imaginar lo peor. -dijo Fury cruzado de brazos. -También nos fue enviada una nota adjunta al disco con las coordenadas del lugar al que quiere que vayas.

Carol miró a Steve alzando una ceja.

-Es imposible que vayas tú solo, ella no trama nada bueno, eso lo sabemos todos aquí.

-¿Y qué más opción tengo, Carol? -dijo devolviéndole la mirada. -Ya la escuchaste, la conozco, no hay que ser un genio para saber que quiere algo de mí con esto, no puedo darle el lujo de quedarme de brazos cruzados ante esta situación.

Carol frunció los labios mirándole, quería que su hija estuviese salvo pero sabía que Viper era peligrosa y seguro que quería hacerle daño a Steve.

-Quiero a mi hija a salvo, pero aun sigo considerando que no deberías ir solo... ¿Estás seguro de esto?

Steve asintió con la cabeza, sin dudarlo.

-Lo hago por nuestra hija, Carol.


Como conocí al Soldado de Invierno.Where stories live. Discover now