Capitulo 9: Solos tú y yo. (Parte III)

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NEW YORK, 6:00 PM

Carol ha pasado los últimos días caminando constantemente apenas ha podido comer bien pensando en donde podría estar su hija, y en las grandes probabilidades de que haya sido secuestrada por HYDRA, la idea de pensar en ello le enfermaba por lo que trató no pensar en eso aunque el simple hecho de tratar en no pensarlo sólo la hacía considerarlo cada vez más. Cansada decidió sentarse sobre el sofá y tomar su laptop, comenzó a buscar informaciones sobre secuestros, en una base de datos de S.H.I.E.L.D. ya que ella era una agente importante en S.H.I.E.L.D. tenía acceso a ciertas informaciones, buscó datos sobre HYDRA y los delitos más recientes en los historiales de algunos de los más perseguidos de esta misma organización, encontró algunos detalles pero nada sobre algún secuestro.

Los pensamientos de Carol fueron interrumpidos y de inmediato cerró su laptop al pegarse un pequeño susto, alguien tocaba a la puerta. Carol se apresuró a levantarse del sofá y abrió la puerta.

—¡Steve! —trató de no sobresaltarse Carol.

—Yo también me alegro de verte, Carol. —dijo Steve riendo.

Carol tragó saliva y sólo se limitó a sonreír no quería que Steve notara que realmente algo estaba yendo bastante mal.

—Bueno, no voy a ser maleducada, pasa. —dijo Carol, haciendo un gesto con la mano para que entrara a la casa.

Steve cortésmente entró, y miró disimuladamente en el interior buscando a su hija, Sarah…

—Me imagino que el motivo de tu visita es Sarah. —dijo, tratando de no mostrar su preocupación. —Ella esta con su amiga Kendall, no sé cuando va volver.

—Oh, ya veo. —dijo Steve tomando asiento en el sillón.

—Sí. —dijo Carol, sonriendo de lado y aun observándolo parada. —Em, ¿te gustaría algo de tomar?

—Por supuesto. —dijo Steve con un asentimiento de cabeza.

Carol caminó hacia la cocina, no pudo evitar irse por un momento hacia sus pensamientos, preguntándose cuanto tiempo podría continuar con la mentira acerca del paradero de su hija, no quería preocupar a Steve pero no podía mentirle para siempre incluso aunque esto le pareciera lo mejor.

Mientras Carol buscaba en la cocina, su celular sonó y lo tomó de inmediato, era un mensaje de Nick Fury, el cual decía lo siguiente:

SMS: Aun seguimos investigando sobre el paradero de Sarah, creemos tener algunas pistas, necesito que vengas al cuartel. –Nick Fury.

Carol suspiró y colocó el teléfono sobre su pecho por un momento, no sabía si sentirse más preocupada o aliviada por aquello, pero por más que quisiera haber salido corriendo por esa puerta y dejar solo a Steve para irse al cuartel no podía.

Minutos después Carol volvió hacia donde se encontraba Steve con dos botellas de vino.

—¿Blanco o Tinto? —preguntó Carol alzando ambas botellas sacando a Steve de sus pensamientos.

—¿Aun bebes? —dijo alzando las cejas sorprendido. —Pensé que habías terminado después de esa secuela en alcohólicos anónimos.

—No te preocupes, ya lo he superado, pero de vez en cuando… No es malo. —dijo sonriendo de lado. —El Vino tinto será.

Carol llevó de nuevo la botella de vino blanco a la cocina y aprovechó para mandarle un mensaje a Fury.

SMS: No puedo ir ahora, Steve está en mi casa, al parecer ha venido a visitarla. En cuanto tenga alguna información específica, infórmeme.

Carol regresó  con la botella de vino tinto y dos copas, sirvió las copas y luego tomó asiento.

—¿Y… que es de tu vida? —preguntó Carol, luego de tomar de su copa.

—Todo está yendo bastante bien por ahora, considerando que el mal nunca descansa. —dijo Steve mirando su copa, lo pensó por un momento pero luego tomó de su copa.

—Muy cierto, el mal nunca descansa. —dijo Carol, suspirando.

—¿Estás bien?

—Sí, ¿Por qué? —dijo sonriendo de lado.

Carol se sentía incomoda sobre su asiento, una parte de ella se sentía enfadada por no poder hacer nada al no saber dónde está su hija y la otra parte, sólo quiere salir de allí e ir al cuartel.

—Luces tensa, tal vez no deberías tomar.

Carol suspiró y dejó la copa sobre la mesita.

—No es nada, es que tuviste razón, realmente no me conviene para nada beber.

—¿Ves? Te lo dije.

—Sí, me lo dijiste. —dijo riendo. — ¿Vas a esperar a que Sarah venga?

—Eso pensaba hacer, ¿O es que algo anda mal? —preguntó Steve con algo de confusión.

—Bueno… Nada anda mal, es que yo…

Carol es interrumpida por la contestadora, un agente de S.H.I.E.L.D. estaba dejándole un mensaje, Carol se precipitó a correr hasta la contestadora pero Steve la detuvo y logró de todas formas escuchar el siguiente mensaje:

CONTESTADORA: Carol Danvers, ya tenemos las coordenadas sobre el posible lugar en el que se encuentra su hija, al parecer está en Las Vegas, Nevada. Aun se está localizando el punto exacto en el que podría encontrarse.

Steve observó a Carol con una mirada severa.

—¿Qué le pasó a mi hija?

—Querrás decir nuestra hija, y es exactamente lo que yo quiero saber, ¿por qué rayos Las Vegas? —Carol estaba tratando de no alterarse.

—¿Si estás tan confundida como yo porque me lo ocultabas? —Steve frunció el ceño y continuo mirándola de forma severa.

—¡No lo sé yo sólo quiero a mi hija de vuelta! —gritó Carol enfadada. — ¡He estado volviéndome loca preguntándome donde rayos está mi hija y descubro que está en Las Vegas! ¿Acaso se fue contigo? —Le exigió que le dijera. —¡Eres un irresponsable!

—¡No se fue conmigo, yo no haría semejante cosa, Carol! —respondió de vuelta Steve. —Y si tú no puedes darme respuestas las encontraré en otro lugar.

Steve se marchó molesto, poco tiempo después de que se marchara el celular de Carol volvió a sonar y Carol fatigada por aquella discusión contestó.

—Carol, hemos dado con el paradero de tu hija, y ya tenemos hombres en la operación.

—Voy al cuartel cuanto antes. —dijo tras haber colgado el teléfono.

Como conocí al Soldado de Invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora