Como conocí al Soldado de Invierno.

Capitulo 25: Luz dentro de la oscuridad.

Ed Sheeran - Kiss Me. 

CUATRO MESES DESPUÉS...

Comencé a asistir a clases como, ya saben, toda chica normal cuyos padres no son ningunos superhéroes o algo por el estilo. Todo transcurría de forma normal, Kendall y yo nos juntábamos mucho para ir de compras, o solíamos quedar una en la casa de la otra y viceversa. Hoy le tocaba a ella quedarse en mi casa.

—¡Sarah! —escuché a Kendall llamándome. —date prisa, debemos terminar con esto.

Entré a mi habitación, me topé con Kendall y una pila de libros, teníamos un Informe de Biología que entregar y no íbamos muy progresando que digamos. Tan sólo pensar en Biología me daba dolor de cabeza. Mamá nos había dejado algo de comer en la mesita de noche, Kendall empezó a atragantarse con galletas de los nervios.

—¡Hey! Tranquila, ni que fueras a correr algún maratón. —reí mirándola.

—Me conoces, sabes que como cuando estoy nerviosa. —dijo aun comiendo galletas. —Hablando de nervios... ¿Cómo han ido las cosas con ese chico que te gusta, ¿eh? —me miró haciendo ojitos.

Alcé las cejas riendo, no me creía. —¿Qué chico? Has de estar de broma.

—No te hagas, tú sabes. —sonrío coqueta. —Ese chico Harry que se sienta a tu lado en la clase.

Reí negando con la cabeza. —¡Estás loca! Harry y yo sólo somos amigos. Sólo nos hemos juntado algunas veces para hacer trabajos. Nada fuera de lo normal.

—Claroo. —dijo haciendo cejitas.

Volví a reír y tomé algunas hojas para comenzar a hacer mi parte del informe mientras Kendall hacía lo que fuese que estaba haciendo.

Había sido sencillo poder comenzar de nuevo, a pesar de que tanto yo como Kendall no éramos humanos normales, nos divertíamos pretendiendo que lo éramos. Asistíamos a la Secundaria como cualquier chica normal, la familia de Kendall es muy amiga de la mía por lo que nos hicimos amigas gracias a ello, y con el tiempo nos volvimos hermanas.

Juntas luego de risas y comentarios lascivos de parte de Kendall acerca de Harry terminamos el trabajo de Biología. Fue completamente agotador y aburrido. Nos quedamos en mi habitación charlando sobre su interés amoroso, un estudiante de intercambio extranjero que había llegado nuevo a nuestra Secundaria.

—Podrías acercarte a él y ver qué pasa. —me limité a decir mientras comíamos las galletas que nos había traído mamá.

—Hm, tal vez lo haga. — río comiendo galletas.

(...)

Al día siguiente Kendall y yo nos habíamos preparado para asistir a la escuela, pues ella había pasado la noche en mi casa. Desayunamos y nos fuimos caminando hacia la parada del autobús. El sol aquella mañana estaba muy brillante, pude ver algunos ciclistas que iban tranquilamente por las calles sin nada que les preocupara. Del otro lado de la acera vi a una pareja de ancianos felices, ambos sentados sobre una banca disfrutando de la compañía del otro.

—Hey, ¿pasa algo? —Kendall me miraba frunciendo un poco el ceño.

—No... ¿Por qué lo dices? —le pregunté sonriendo de lado.

—Sé que hay algo que no me estás contando, o tal vez sólo es mi imaginación jugándome una pasada. —dijo mirándome de reojo.

Negué con la cabeza mirándola, el autobús llegó y ambas nos subimos, nos sentamos una al lado de la otra. Me quedé mirando hacia la ventana, no sé que me pasaba. A veces no podía evitar quedarme pensando, sólo me perdía en mis pensamientos.