33: +18 🎮✔

249 48 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Escucho pasos apresurados por la habitación, sé que mis hermanos empiezan a salir para irse a trabajar. Estiro mi sueño lo máximo posible, no quiero despertarme ahora y volver a la realidad, aún quiero anhelar todo lo que sucedió la noche anterior con Eron. Entonces se me ocurre una idea...

Sigo haciéndome el dormido hasta que sé que la casa está completamente sola, me pongo unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas, salgo corriendo de mi habitación y limpio cada rincón del piso. Para cuando he terminado, faltan tres horas para mediodía, tomo mi celular y escribo a Eron invitándolo a pasar un rato, antes de dormirme me di cuenta de que ya aparecía su foto de perfil, lo que significa que me ha desbloqueado.

Ni siquiera está en línea, me muerdo las uñas por varios minutos mientras espero que responda. Lanzo el teléfono sobre el sofá cuando no vibra ni suena, ¡lo odio! ¿por qué no suena? ¿se ha averiado? Me lanzo sobre el sofá como un león sobre su presa cuando veo que la luz se enciende, pero termino decepcionado porque es un mensaje de Gmail, a la mierda las clases... no quiero pensar en eso. Es fin de semana y no tengo la más mínima intención de tocar un cuaderno. Me recuesto con el teléfono sobre mi pecho y una de mis manos suspendida en mi frente... Eron seguro ha vuelto a su realidad, reprimiendo sus deseos. A noche nada importaba, solo nosotros dos, para lo bueno y lo malo. No puedo creer que vuelva a defraudarme, no quiero volver a morir de amor si me dice que todo fue solo un calor nocturno... he tenido mis dudas sobre cómo puede funcionar algo entre nosotros: es el exnovio de la exnovia de mi mejor amiga y aunque Maicol dice que Paola lo ha dejado para volver con Eron, estoy bastante seguro de que eso nunca podría pasar, porque mi pequeño y frágil corazón se aferra a la diminuta esperanza de que él me quiera a mí.

Necesito por primera vez que sea cierto, no puedo pasarme la vida entera enamorándome de chicos que tienen miedo a ser felices y vuelven a mi vida cuando ya no le quiero.

Burbujean en mi cabeza los recuerdos de aquella vez cuando éramos chicos virtuales... de ese juego que nos unió y ha quedado a un lado. Pero sí que extraño al chico que conocí allí, ese que me besaba cuando estaba distraído, al que no le importaba si era gay o no. El chico real es guapísimo, pero complica la cosa más sencilla, haciéndolo todo un enredo en su cabeza.

Escucho el timbre sonar y me levanto con todo el desgane que puede tener un joven de dieciséis años como yo. Abro la puerta y la vuelvo a cerrar con bastante fuerza cuando me doy cuenta que efectivamente Eron está al otro lado con una sonrisa pícara dibujada en el rostro. Vuelve a tocar y me golpeo la frente contra la pared por ser tan estúpido y haberle cerrado la puerta en las narices.

Giro la perilla con cuidado, abro la puerta poco a poco y allí está aún sonriendo.

— ¡Hola! —expresa, con un brillo despampanante en los ojos.

— ¿Qué haces aquí? —me limito a responder, con voz de niño castigado.

— Tú me has invitado —responde, con sarcasmo mientras agita el celular frente a mi —, me puedo ir, si es lo que quieres.

Mundo VirtualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora