16: Dos chicos en la terraza🎮✔

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El fin de semana llega sin darme cuenta, las vacaciones de invierno se aproximan: mamá tiene cada vez menos tiempo, porque en la tienda donde trabaja se han encargado de decorar y ella es una pieza fundamental para eso

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El fin de semana llega sin darme cuenta, las vacaciones de invierno se aproximan: mamá tiene cada vez menos tiempo, porque en la tienda donde trabaja se han encargado de decorar y ella es una pieza fundamental para eso. Tamalha por igual, todos los ricos quieren regalar joyas en estas vísperas y mi hermana no pierde la oportunidad de ganarse una buena comisión. Mis dos hermanos no trabajan tanto como las mujeres, Demarco ha pedido unos días libres para solucionar no sé qué cosa, con no sé quién, y Elroy simplemente se limita a salir por las noches y volver a la mañana siguiente con una buena pasta en efectivo. Varias veces lo he escuchado discutiendo con mamá, ella quiere que consiga un trabajo de día; es un chico joven, apuesto y menor de edad... entiendo a mamá, se frustra porque él haya tenido que dejar sus estudios para poder ganarse la pasta que necesitamos.

Es sábado y todos hemos sacado tiempo para reunirnos en la modesta mesa, comer y agradecer porque estamos juntos. Mi madre sube el volumen de la radio y empieza a silbar, mientras sus hombros se contonean con una ligereza asombrosa, pronto el brillo de sus ojos se ve suspendido por fracciones de segundos, pero nadie lo nota más que yo. Suena Don't worry, be happy de Booby McFerrin y mis hermanos esperan ansiosos que les sirva, mientras que yo me pongo de pies para darle un fuerte abrazo. Sonríe relajando los músculos y coreamos: Don't worry, be happy. A mis hermanos se les escapa que esta canción es importante en nuestra historia: mamá tenía quince años de edad y dos de haber emigrado a los Estados Unidos, la canción había alcanzado el puesto número uno y Bobby daba un concierto. Ella no sabía una mierda del inglés, pero su hermana mayor si, entonces fueron allí, mamá silbaba al rimo de cantante y de pronto un chico habló a sus oídos, mamá se asustó hasta que se dio cuenta de que era un joven bastante apuesto: un manto de olas nocturnas se le deslizaba por la cabeza, unos ojos verdes brillosos se centraban en ella y sus labios formaban una enorme O, silbaba al igual que ella, era papá.

Las cosas no fueron tan simples, mi tía lo alejó dándole con su bolsa, él tenía seis años más que mamá, eran nuevas en un país racista y no confiaban en nadie. No se volvieron a ver hasta cinco años después y sonaba la misma canción, era 1993 y la playa festejaba no sé qué. Sin embargo, estaban allí: María no era una niña tímida, hablaba fluido inglés y andaba sola, él decidió susurrarle lo mismo que hace años, pero esta vez su mensaje si fue captado.

"Eres lo más hermoso que he visto en mi vida, no te preocupes, sé feliz." Lo demás es historia.

Pronto termina la melodía y las oraciones, me veo en medio de Adhala y mamá cuando mi hermana dice y la cito: estoy embarazada, cinco meses. Luego se mete un trozo de pan a la boca como si no acabara de detonar una bomba en plena cena. Si no la conociera, diría que ciertamente no le importa nuestra reacción, pero esa no es la hermana que conozco. Esto es un camuflaje para no echarse a llorar delante de todos nosotros. Mi madre se coloca la palma de la mano en la frente, agacha la cabeza y no la sube por cinco infernales minutos: Elroy y Demarco se miran mutuamente, sus ojos arden en furia, no hacia mi hermana, sino en dirección al rubio ese que ninguno conoce. No soy nadie para juzgar, pero resulta estúpido que mi hermana este esperando el bebé de un chico del que nunca habíamos escuchado nada.

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