De cuerdas y esperanza X: Cuando el pasado y el presente se encuentran

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26 de septiembre de 2017. A justo un mes de mi cumpleaños número veinte, recibí esa llamada de Mio, la cual comenzaría a desestabilizar la tranquilidad que tenía en Londres. Esto tanto para bien, como para mal.

Desde los hace dos años que había dejado de ver a Mio por su partida a París para estudiar diseño de modas, estuve escribiéndome con ella ocasionalmente por medio de LINE. Conversábamos de nuestro día a día como buenos amigos, simplemente de temas banales y sin importancia. Por esta razón, que ella estuviera marcando directamente a mi celular sin duda era un evento fuera de lo común.

Me quedé perdido en mis pensamientos mientras su nombre seguía parpadeando en la pantalla, y mi estridente tono de llamada continuaba perforando mis oídos ¿por qué me marcaba? ¿acaso había ocurrido algo malo en Japón? ¿era una emergencia? Recuerdo incluso haber elevado una plegaria al cielo a mamá, para suplicarle que no fuera una mala noticia relacionada con Dororo.

Sacudí la cabeza de lado a lado para deshacerme de esos pesimistas pensamientos y apurarme en tomar la llamada antes de que se cortara. Intenté hablar de la manera más natural y relajada posible, por desgracia mi voz salió con un tono agudo y confundido:

— ¿Mio?

Me di cuenta demasiado tarde lo estúpido de mi pregunta cuando era más que obvio que era ella la que me llamaba. A pesar de que esto solo hacía más notable lo contrariado que estaba, mi ex novia me contestó con voz amigable y dulce:

— Hola, Hyakkimaru. Cuanto tiempo sin escucharnos, supongo que te parece muy raro ¿verdad?

Escucharla tan relajada me ayudó a dejar los nervios a un lado poco a poco. Cuando seguí la conversación, sentí como esa opresión que me atacaba la boca del estómago debido a la preocupación empezaba a desaparecer.

— Si, sin duda es algo irregular. Han pasado dos años desde entonces... Me da gusto saludarte ¿qué tal? ¿todo bien?

— Afortunadamente todo marcha bien por acá—continuó con calma—, no te preocupes, esta no es una llamada de emergencia, para darte malas noticias o algo por el estilo. —Inconscientemente dejé escapar un leve suspiro de alivio, a lo cual Mio rio a lo bajo, cosa que me hizo avergonzarme un poco al no lograr ocultarlo. Tratando de aparentar que no lo había notado, prosiguió—: Verás, el motivo de mi llamada es para pedirte un enorme favor.

— ¿Un favor? ¿De qué se trata?

— En diciembre terminaré un nuevo semestre de mis estudios. —Explicó con dicha—. Como evaluación final, tengo que hacer varios diseños para presentarlos en un desfile de modas. Pero el tema para estos diseños es algo especial. Debo realizar en concreto tres diseños basados en otros que haya visto en diferentes desfiles de moda.

«La universidad decidió qué diferentes desfiles deben ver cada alumno por medio de un sorteo. En concreto son dos desfiles locales y uno foráneo. En mi caso, para el foráneo me tocó ir a un desfile en Londres».

— ¿En serio? Eso quiere decir que deberás venir aquí.

— Así es. El mes que viene, debo ir a un desfile de la marca Burberry ¡me siento tan afortunada de poder asistir! ¡Sus diseños son en verdad hermosos y elegantes! Ah... lo siento—cambió a una voz más tímida—, me estoy desviando del tema y tú debes estar tan ocupado...

— Está bien, no te preocupes.

Esas palabras brotaron de mi boca involuntariamente con una honesta alegría, pues así era justo como me sentía. Me daba un inmenso gusto escuchar a Mio tan contenta. Con sus simples palabras y manera de hablar, uno podía darse cuenta de lo satisfecha que estaba con el camino que decidió seguir.

Las notas de mi destino [Dororo AU]Where stories live. Discover now