De cuerdas y esperanza XI: La afición ciega a la razón

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Una muchacha llegó hasta donde estábamos con pasos seguros y andar elegante. De cierta forma, sus palabras me intimidaron, por lo cual la observé de reojo. Tenía un porte sofisticado, una figura esbelta, un hermoso cabello largo negro, y ojos de un singular azul grisáceo con tupidas pestañas.

Estaba segura que era muy atractiva para los hombres. Después de estudiar diseño de modas por dos años, y ya tener más noción de ese mundo, su aspecto me pareció que la haría muy cotizada como modelo, tenía todos los requisitos para serlo. Pero más bien, que estuviera en el BIMM quería decir que también estudiaba música ¿o no?

Mi disimulado análisis de la desconocida se vio interrumpido cuando llegó a mi lado y se colocó justo en medio de Hyakkimaru y yo, me empujó levemente con su hombro, obligándome a retroceder unos pasos. Ante esta acción, noté como el guitarrista endurecía sus facciones.

— Eres Mio Akiyama ¿no es así? —Preguntó la elegante muchacha con un tono para nada amigable.

— Ah... así es. —Intenté sonar amable, desafortunadamente, no pude evitar tartamudear un poco pues su seguridad era en verdad abrumadora—. Mucho gusto.

Le mostré una sonrisa para después tenderle mi mano en un ademan amistoso. Contuve la respiración cuando ella la observó sin el más mínimo interés. En lugar de corresponderme, movió su brazo para entrelazarlo con el de Hyakkimaru, y pegando más su cuerpo contra el suyo, se volvió a él para preguntarle con una voz en verdad cruel y burlona:

— ¿No piensas presentarme a tu amiga, Hyakkimaru?

El mencionado torció la boca en una clara mueca de enfado, cosa que hizo que la muchacha esbozara una sonrisa perversa. Después de dejar escapar un leve suspiro, obedeció con desgano:

— Mio, te presento a Yui Nishimura. Es una amiga la cual también estudia en el Instituto.

Me pareció extraño el énfasis que hizo Hyakkimaru en la palabra "amiga". De igual forma, esta presentación pareció no dejar muy conforme a Yui. Apenas la escuchó entrecerró sus ojos pareciendo desaprobarlo.

Incluso yo que era ajena a toda la vida que llevaba Hyakkimaru en Londres, pude percibir la creciente tensión que había entre él y esa elegante muchacha. Volví a hablar, intentando mantener la calma:

— Mucho gusto, Yui-san. Entonces eres japonesa y también estudias aquí ¡es admirable! ¿qué instrumento tocas?

Pero ella me ignoró por completo. En lugar de responderme, dejó apoyadas sus manos en sus caderas, enfocada en su totalidad en el guitarrista. Añadió con irritación:

— Tal parece que tienes amiguitas especiales por todos lados ¿verdad? ¿Cómo alguien puede ser tan buen amigo de su ex novia?

— ¿Cómo demonios sabes lo de Mio y yo? —Cuestionó Hyakkimaru con una voz tan sombría que me impidió intervenir pues no lo creí prudente.

— Nada que una buena búsqueda en internet no pueda solucionar. —Explicó Yui con soberbia mientras se hacía un mechón de su largo cabello negro hacia atrás—. No tenía idea de que Rainbow Tears fuera tan popular en el ámbito independiente. Incluso tienen su club de fans oficial.

— Que no te extrañe entonces que te hayamos ganado en la final de Riot, arpía.

Se escuchó de pronto la socarrona voz de Shiranui. El muchacho de tez morena tenía los brazos cruzados, y su vista enfocada hacia un lado, parecía estar poniendo todo su empeño en ignorar a Yui. Yo analizaba todo lo que pasaba con disimulado interés, ¿entonces esa chica fue la finalista en el concurso de Riot?

Dororo me había enseñado en cierta ocasión por internet la increíble presentación de Rainbow Tears en la final, con la cual lograron ganar el tan ansiado contrato con la disquera, pero nunca mencionó nada del otro finalista. Así era siempre, para mi prima lo más importante era Rainbow Tears y nada más. 

Las notas de mi destino [Dororo AU]Where stories live. Discover now