De avanzar sin detenerse III: Pequeños pero significativos pasos

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—En serio que nunca dejas de sorprenderme, hermanita... Cuando me dijiste que ibas a ayudarme con el asunto de encontrar más meseros para mi bar, jamás imaginé que traerías como prospecto al ex bajista de Rainbow Tears.

Hyogo Yasue dijo eso entre risas altas, palabras que me ocasionaron tensar los hombros. La mencionada se limitó a seguir con un semblante sereno, aunque parpadeó unas cuantas veces al saberse halagada.

Al día siguiente de mi afortunado encuentro con la singular Mutsu, obtuve una entrevista de trabajo con su hermano mayor, en la espera de obtener el puesto de mesero en Loud House Bar.

No supe que responderle al dueño de ese tan respetado bar de Shibuya. Solo pude hacer mi mayor esfuerzo por aparentar tranquilidad, aunque esto resultó ser innecesario pues Hyogo ni siquiera me miraba, su atención estaba centrada en mi solicitud de empleo.

Todo estaba ocurriendo tan rápido que me costaba algo de trabajo procesarlo. Sentía que habían pasado unos escasos minutos desde que regresé de Londres, cuando la realidad era que de eso ya había pasado todo un día.

La depresión de mi hermano, esa nada agradable comida con Kagemitsu, mi desesperada huida en la lluvia, el cálido encuentro con la educada Mutsu, y ahora me encontraba ahí, frente a un bonachón muchacho, el cual solo conocía como el dueño del bar en el que toqué tantas veces con la banda que abandoné, esperando con nerviosismo a que me diera una oportunidad de empleo.

La verdad es que en todas las veces que llegué a cruzar escasas palabras con él antes de alguna presentación, nunca se me pasó por la cabeza que, en algún momento, él podría llegar a ser mi jefe.

—"La vida sí que es extraña y da muchas vueltas. —Empecé con mis acostumbrados monólogos internos—. Solo espero que esta pare, antes de que me haga vomitar. Je... Que chiste más cruel e irónico te has hecho a ti mismo, Tahomaru. Mejor calla de una vez y concéntrate. Debes aparentar ser contratable".

—Estoy viendo que este sería tu primer trabajo.

—Ah... Si, así es.

Las repentinas palabras de Hyogo me regresaron de golpe a la realidad, causa por la que no pude evitar contestar con voz más alta de la requerida. Mi boca formó una perfecta línea recta al ver como la gruesa ceja de mi posible futuro jefe se alzaba en un ademan pensativo.

—Siendo honesto contigo, estaba buscando a alguien con más experiencia. —Explicó con un tono bajo y pausado. Por primera vez, veía la faceta de emprendedor de Hyogo.

—Imagino que eso sería lo mejor para tu bar. —Me apresuré en opinar, esta vez, procurando sonar responsable y comprometido—. Aun así, si me das una oportunidad, yo prometo poner todo mi empeño para aprender rápido y ser un excelente mesero... ¡Oh, lo siento! Debería hablarte de usted ¿verdad? Discúlpeme por ser tan maleducado. Como nos vimos tantas veces antes, fue por eso que yo...

—Está bien. No te preocupes, no me molesta. —Aclaró jovialmente, realizando un gesto despreocupado con la mano—. Para ser sincero, a mí también me parecería extraño que me hablaras de usted, así que no hay problema si me tuteas.

Relajé mi cuerpo, dedicándole una pequeña sonrisa. Hyogo me observó por unos segundos con calma para después volver a centrar su atención en mi solicitud. Otra vez ese semblante pensativo que me ponía tan nervioso volvió a formarse en su rostro. Transcurrieron unos estresantes segundos en silencio, hasta que continuó en un tono jocoso:

—Si regresas a ser el bajista de Rainbow Tears, te daré el empleo.

—¿Cómo?

Pregunté consternado, alzando mis cejas. Antes de poder decir algo más, miré incrédulo la escena frente a mí. Mutsu se acercó con pasos rápidos para colocarse al lado de su hermano mayor, después comenzó a jalar su oído, tal como lo haría una madre estricta que regaña a su hijo. Hyogo cerró los ojos y se quejó en voz baja, mientras que su hermana habló con severidad:

Las notas de mi destino [Dororo AU]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt