Capítulo 32

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Queens, Nueva York, 1977.

Paul se levantó esa mañana bastante somnoliento, se dirigió hacia la cocina sintiendo los ojos terrosos, bostezó profundamente y se rascó la cabeza. Sus rizos estaban sumamente esponjados y se dio cuenta que no había ningún sonido en el departamento. Estaba solo...

Destroyer había terminado no hace poco más de un mes y una vez más Kiss había regresado al estudio para trabajar en su siguiente disco, Rock N' Roll Over & Love Gun, la banda disfrutaba de gran popularidad, se habían mantenido en las listas durante varias semanas en el puesto número 1 e incluso lograron alcanzar el cuarto puesto dentro del Billboard 200.

Aun con todo eso, la fama y el ascendente crecimiento de la banda se sentía culpable. 

Todavía recordaba el día en el que Shandi había decidido mudarse a vivir en un pequeño departamento cercano a él, frente a Central Park.

Debería sentirse más que contento por todo lo que había logrado alcanzar.

Pero no era así.

Alejando pensamientos negativos de su mente se duchó y arregló con la intención de reunirse con los chicos en Casablanca para trabajar en una canción que le rondaba la cabeza. Aunque se dio cuenta que las cosas habían cambiado prácticamente. 

Ace y Peter últimamente se dedicaban más a ellos mismos y sus propios excesos, los ensayos muchas veces se posponían porque alguno de ellos no llegaba en condiciones óptimas para poder trabajar. Los ánimos estaban cada vez más sensibles y el hecho de saber que el Catman se encontraba interesado en su asistente, no le hacía nada de gracia. 

Pero él no podía decir o hacer algo al respecto, porque desde aquella noche durante las fechas finales de Destroyer había decidido no involucrarse con Shandi a pesar de todo lo que ella le hiciera sentir, de un momento a otro había decidido no seguir entrometiéndose en la vida de la joven. Sin darse cuenta, había levantado entre los dos esa barrera que existía al principio.

Y ella... parecía tranquila con eso.

Era lo mejor para los dos. 

Con esos pensamientos en mente, estacionó el auto en frente de la disquera. Al entrar todo ánimo decayó cuando escuchó al baterista hablar confianzudamente con ella.

—¿Te gustaría ir a cenar esta noche?

—Claro. ¿Por qué no?

Paul sintió que algo en su interior ardió al ver la sonrisa que Peter le daba a Shandi y ella se la regresaba.

—No me malinterpretes Shann, pero Lydia ha ido con sus padres de visita y quisiera algunos concejos para cuando ella regrese.

Si claro, como no, concejos... el vocalista había fruncido el ceño al ver que Shandi reía suavemente ante los patéticos intentos de ligue de Criss. 

—¿Exactamente por qué quieres que salgamos? —preguntó ella, mientras sacaba del interior de su bolsa un pequeño frasco con píldoras, la vio tomar un par y tomando agua para tragar, era la medicina que Hilsen había mandado para que ella pudiera eliminar su estática mental.

—Una salida como amigos. ¿Qué dices? —preguntó el baterista con simpleza y sin quitar su sonrisa, mientras Paul los miró mal pero sin emitir ningún sonido—. Ahora qué si no quieres salir conmigo a solas, podemos invitar a los demás.

Shandi negó y sonrió—. No es necesario, me encantaría.

—¡Genial! Estaba pensando en ir a un bar de esos donde hay gente latina. ¿Qué dices? Con música tropical, pero no sé bailar.

Broken Heart| Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora