Capítulo 34

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"Cuando tienes algo no lo quieres, pero ves que alguien más se interesa en ese objeto y te nace el interés..."

Un sobresalto la hizo despertar, cuando se giró sobre su espalda notó un peso extra al lado de la cama y al darse cuenta del intruso, casi se le salió el corazón. Sintió un retorcijón de ansiedad al ver a Peter dormir tranquilamente, y luego a su mente, regresó todo lo que había pasado durante la noche.

Su rostro ardió en vergüenza al notar su propia desnudez y la del baterista. Quiso salir huyendo antes de que este despertara... ¿Qué le iba a decir?

No sabía cómo actuar, había sido muy lindo todo lo que sucedió entre ambos, pero si era sincera consigo misma, desearía no haberlo hecho. Algo en su interior se había transformado, ya no era la misma chica de anoche, había cambiado interna y externamente.

Antes de salir de la cama suspiró y notó que la luz del día todavía no llegaba a la habitación. Debía dejar ese lugar antes de que todos los demás despertasen, incluyendo a Peter.

Y como si el baterista sintiera la próxima ausencia de Shandi, todavía muy adormilado la tomó del brazo.

—No te vayas todavía—ni siquiera podía abrir los ojos del sueño tan profundo del que todavía era preso.

Shandi le miró preocupada—. Tengo que hacerlo... Peter... yo...

El Catman bostezó y luego la soltó con cuidado, acurrucándose de nuevo en la cama—. No olvides nada, te veo más tarde—diciendo esto se giró dándole la espalda a la rubia y ella agradeció en silencio la compresión del hombre.

—Gracias—susurró la chica y buscó su ropa interior, tirada a un lado de la cama, se la puso y juntó el resto de sus prendas.

Con sumo cuidado y tratando de ser lo más silenciosa posible, dejó la habitación de Peter Criss, para después adentrarse en la suya y hacer de cuenta que toda la noche estuvo en su propia habitación intentando dormir... intentando porque al lado, Paul seguramente hizo más ruido durante la madrugada.

Cuando vio su reloj, este marcaba las seis de la mañana. En cinco horas tendría que intentar ser la misma de siempre.

Pues todavía su piel, sentía el aroma de Criss y sus fogosos pero cariñosos besos en todo su cuerpo.

Se sentía muy culpable por dentro, tanto que las lágrimas amenazaban con salir de su interior. ¿Por qué lo había hecho?

—Porque eres una imbécil—se dijo así misma, mientras se metía a las cobijas, tapándose hasta el cuello. Sin poder evitarlo, la imagen del Starchild vino a su mente como un violento rayo, aunque este ni siquiera tuviera idea de lo que había pasado esa madrugada.

¿Qué había hecho?

Tan solo escuchar que la puerta fue cerrada, Peter se giró quedando bocarriba y posó su brazo izquierdo sobre sus ojos

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Tan solo escuchar que la puerta fue cerrada, Peter se giró quedando bocarriba y posó su brazo izquierdo sobre sus ojos.

¡Joder! No habría querido dejarla ir, pues sabía que cuando ella abandonara esa habitación y esa cama, no podría volver a tenerla. Así, tan diminuta, tan exquisita, tan suya.

Broken Heart| Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora