Capítulo 14

166 49 5
                                    

Paul no dudó ni un momento en pasar su mano sobre la melena dorada, e incluso se atrevió a oler los cabellos femeninos y suspiró, desprendía un aroma fresco que le gustó mucho. En esos momentos su mente se encontraba trabajando a mil por hora, había revivido un recuerdo muy peculiar; solo que en aquella ocasión a la chica que había salvado nunca más volvió a saber de ella. 

Levantó la mirada y sus amigos se hicieron a un lado, Gene con la mirada le alentó para que levantara a la chica que permanecía sollozando en su pecho.

—¿Estás bien? —preguntó Stanley con suavidad, sin dejar de acariciar la cabeza femenina.

Shandi no respondió pero asintió lentamente.

—Revisa que no tenga algún daño, Paul—dijo Bill un poco preocupado—. ¿Alguien puede explicarme que fue lo que pasó?

—Ese tipo se estaba llevando a Shandi por la fuerza a un auto—contestó Paul al mismo tiempo que se levantaba del suelo con el tembloroso cuerpo—. Shandi... ¿Lo conoces de algún lado?

No supo exactamente que contestar, nunca antes había visto a Bob en su vida, pero al escuchar el apellido de este supo que todo se trataba de Roxán y la promesa de negocios que esta le había dicho la noche anterior. Así que solamente, negó.

No quería preguntas pues no sabría qué contestar.

—Maldición—se quejó Bill—. No es posible que sigan sucediendo este tipo de cosas en pleno siglo XX—continuó mientras se apretaba el puente de la nariz con los dedos—. Dios mío... estuvieron a punto de secuestrarla.

—La ciudad ya no es segura para nadie Bill—dijo Peter, observando el perímetro en busca de algún sujeto sospechoso. Aquel que había enfrentado había huido como cobarde en su costoso automóvil—. Menos mal que llegamos a tiempo.

Paul asintió todavía sin soltar a Shandi—. Muchas gracias chicos.

—Ni que lo digas—soltó Ace—. Recuerda que todos para uno y uno para todos—sonrió al recordar esa frase que alguna vez habían dicho cuando lanzaron su primer disco al mercado—. Si ese tipo regresa le voy a romper la cara...

—No creo que regrese—dijo Gene con tranquilidad—. Sería muy estúpido de su parte hacerlo después de que aquí nuestro Starchild le dio su merecido—intentó bromear para calmar la tensión del momento.

—Deberíamos llamar a la policía. ¿No lo creen? —intervino Sean en la conversación, se había mantenido callado todo ese tiempo pues le resultaba bastante impactante lo que sucedió tan solo minutos atrás. No se imaginaba lo que hubiera llegado a suceder si Paul no hubiera salido a la calle.

—¡N-no! —todos los presentes prestaron atención a Shandi. Paul la miró con curiosidad por la respuesta que había dado—. No creo que s-sea ne-necesario.

—¡Claro que lo es! —dijo Sean escandalizado—. ¡Pequeña! Estuvieron a punto de secuestrarte para algún fin terrible.

—Si pero...

—Chicos, déjenla tranquila—pidió Paul—. Si ella no quiere, no la presionen. Es normal que después de tremendo susto no quiera que la agobien. ¿Verdad?

—Sí...

¿Cómo decirles a todos que había una mala mujer que la acosaba desde que había cumplido los diecisiete años? No se sentía segura como para contarles algo así, no le creerían. 

—¿Quieres que te revise un médico? —preguntó Paul, notando por fin que en ningún momento había soltado a la muchacha pero al cruzar su mirada con Gene tuvo que hacerlo pues la mirada burlona, no le gustó.

Broken Heart| Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora