Broken Heart| Paul Stanley

Capítulo 38

Washington D.C. 2005.

— ¡Oh por Dios! ¡Shandi!—todo pasó tan rápido, que ni siquiera tuvo tiempo de decir u hacer algo. 

Al abrir la puerta, lo primero que recibió fue un enorme abrazo. Tan fuerte que sentía como se le escapaba el aire por la boca. 

— ¡Joder, mujer, suéltala la estás asfixiando!—habló la otra persona.

— ¡Ay! Lo siento—contestó, soltando a la rubia mujer, al mismo tiempo que reía por la situación.

Frente a su puerta, se encontraba nada más y nada menos que Nina Sathory y Vinnie Vincent, sus ojos se abrieron con gran sorpresa al ver a sus dos amigos después de casi veinte años. Sin dudarlo ni un momento, ella los abrazó a ambos con cariño.

— ¡Qué gusto verlos!—exclamó la rubia, todavía azorada por tremenda visita. 

En aquel entonces, Shandi era muy diferente a como lo era hoy en día. Y también sus dos amigos habían cambiado mucho, los años habían pasado sobre ellos, sin embargo no dejaban de verse muy bien.

Vinnie había adoptado un estilo único que le sentaba bastante bien, al salir de Kiss, él se dedicó a formar su propia agrupación siendo influidos por la ola del Glam Metal. Para 1985, éste ya estaba bien consolidado y Nina permaneció a su lado, sin dejar su trabajo con Gene hasta 1987.

—No has cambiado nada—dijo Vinnie, esa era su forma de saludar, extendió los brazos para recibir a la rubia—. Quizás solo unas cuantas arrugas, pero nada de qué preocuparse.

— ¡Vinnie!—exclamó Nina en reproche, pero volvió a sonreír al ver que a su amiga no le importó mucho aquel comentario.

Al dejar de abrazar al guitarrista, la mujer habló ya recuperada de la enorme sorpresa que esa visita le causó—. ¡Oh! Pero qué mal educada soy, pasen por favor—dijo mientras se hacía a un lado para permitirles el paso a la pareja.

Tanto Nina como Vinnie se miraron y sonrieron al ver la pequeña sala de estar, mantenía decoraciones de hacía dos décadas, algunos cuadros en dónde aparecía la rubia con su hija, otras fotografías con el detestable de Bob junto a Bonny y otras más dónde aparecían los tres.

—Es muy lindo, Shann—dijo Nina, abriéndose paso a la sala y tomando asiento.

Shandi les siguió, mirando como Vinnie hacía lo mismo que su mujer—. Gracias—respondió e inmediatamente aquella alarma saltó a su cabeza, Bonny—. Solo que bueno, esto es algo totalmente inesperado, yo no esperaba visitas el día de hoy...

— ¿Ibas a salir?—cuestionó Vincent.

—Sí—dijo en un susurro—. Mi hija se fue a San Francisco y temo que pase lo peor.

— ¿A qué te refieres?—preguntó Nina—. ¿Qué puede pasar? Ambas están libres del imbécil de tu ex marido...

Shandi miró angustiada a su mejor amiga y tragó duro—. Bonny está investigando quién es su verdadero padre.

— ¿Cómo?—preguntó Vinnie sorprendido—. ¿No le has dicho quién es?

—Es una historia bastante larga de contar—dijo está apretándose las manos con preocupación—. Todo empezó cuando nos mudamos y Bonny encontró las cosas que tenía escondidas en una caja, con las fotografías, el anillo, las cartas... todo.

—Ay Shann—dijo Nina, levantándose del sofá para llegar a su amiga y abrazarla fuertemente.

Parecía que el tiempo no hizo mella en aquella amistad entre ambas. Ya que seguían teniendo la misma confianza de siempre.