Capítulo 33

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Shandi esa mañana salió de su departamento a paso tranquilo

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Shandi esa mañana salió de su departamento a paso tranquilo. Sonrió al saber que todo había mejorado muchísimo durante el lapso de un año, caminó con tranquilidad hacia la parada del bus mientras disfrutaba el paisaje de Central Park. 

El viento ondeó sus rubios cabellos y bailó con ellos, estaba por llegar el otoño y las hojas de los árboles habían comenzado a caerse, pintando las banquetas de naranja, rojo, marrón y amarillo. 

Esperó que llegara el transporte para trasladarse a Casablanca Récords.

Durante ese tiempo, agradecía ya no haberse vuelto a topar con los Regan en ningún momento y no había rastro de ellos por ninguna parte, de hecho, pensaba que posiblemente estos ya se hubieran cansado de perseguirla.

Al llegar a la disquera tomó su lugar en la recepción y sonrió al encontrarse una vez más a esa linda asistente de la cantante Donna Summers.

—Veo que han llegado antes de la hora—sonrió Shandi tras hablarle a la castaña de rojos labios brillantes.

—A la señorita Summers le gusta llegar con mucho tiempo anticipado—dijo esta mientras correspondía la sonrisa.

—Ya veo, si quieres puedes tomar asiento, todavía es demasiado temprano como para que todos empiecen a llegar.

—¿Tú trabajas con Kiss, cierto?

Shandi dejó su bolso sobre el escritorio y asintió—. Si soy su asistente.

—Me agrada el trabajo de todos ellos, son bastante buenos y el maquillaje que usan les dan ese incógnito.

Antes de que las dos jóvenes pudieran seguir conversando, llegaron dos sujetos de gran altura frente a ellas. Shandi sintió ese conocido revoloteo de mariposas en su interior al reconocer a Paul, esa mañana llevaba puesto un pantalón vaquero y una camisa sin hombros con el estampado de The Beatles, llevaba su cabello fresco y cada rulo caía definido. 

Pero cuando sus miradas se cruzaron, él no hizo ningún gesto, de hecho, ni siquiera la saludó. 

—Buenos días, preciosa—dijo Simmons—. ¿Nos llevas el desayuno?

—Claro que sí.

Gene y Paul se alejaron por el pasillo hasta perderse de la vista de ambas mujeres.

—¿Son ellos? —preguntó sorprendida la castaña.

—Si... —contestó Shandi con voz queda, sintiendo como algo se estrujaba dentro de su pecho. Por sorprendente que pareciera, se molestó por la nueva actitud de Paul. 

Él jamás se había portado así con ella y no supo por qué.

—No me digas—dijo la chica una vez más—. Paul Stanley y Gene Simmons.

—¿Cómo lo sabes?

La otra se encogió de hombros—. No lo sé, solo lo intuí. 

Ambas rieron suavemente, mientras Shandi sentía la desazón por la forma de actuar de Paul.

Broken Heart| Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora