XI| sin editar

69 12 56
                                    

[No tuve, ni tendré]
Maratón 1/2



Sebastian

Estábamos muy cercas, tanto que nuestras narices rozaban entre ellas. Lograba sentir tanto sus suspiros largos y su respiración, que llegaba directo a mis labios. Cuando nuestras bocas estaban listas para sentirse y la hormona de oxitocina se encontraba tumultuosa, sonó el timbre. Yo estaba listo, aún así para besarla, sin importarme el ruido de nuestro alrededor pero ella se apartó de mi con celeridad. Volvió a su oposición y carraspeó la garganta, alejándose de mi.

Solté un gruñido de molestia e inconformidad. Solo estábamos a un movimiento. ¡A un sólo! De unir nuestras almas con uno solo beso. De todas formas, me emociona que haya aceptado que la amo, pensé que me tocaría esforzarme más y más. Y estaba dispuesto a hacerlo pero me alegra el no tener que seguir intentando que entienda esa parte. Lo del perdón, eso puede esperar... Se que eso será lo más difícil pero estoy listo para aguantar toda la mierda posible hasta que me perdone. ¿Que ganaré? Que sea feliz. Solo me interesa eso... Verla bien, sin que este tan rota por dentro y por mi culpa.

—¡Princesa! Me quede esperando tu llamada todo este fin de semana— Una voz masculina me hizo salir de mis pensamientos rápidos y volteé a analizar a aquel sujeto. Ya lo he visto antes con Lu, es ese con el que estaba en el restaurante aquella noche y el que estaba en el kínder con ella la vez que Ainara y Matthew hicieron la travesura a la maestra —¡Oh! Veo que estás en compañía— Dijo al momento en el que me vió sentando en el sofá, al lado de Lu. Me analizo de la misma forma que yo lo hacía con el, con el ceño fruncido y desentendido.

—¡Pablo!— Exclamó con sorpresa —¿Que haces aquí?— Alzó una ceja. Se puso de pie y se acercó a él con rapidez, tomándolo del brazo y llevándoselo fuera de la sala de estar

Como se alejaron, no pude escuchar más.



Fanny

—Vengo a verte porque pensé que te pasaba algo ya que no me llamaste. Pero que no, al contrario, estas muy acompañada— Mordió su labio y pasó su mano por su barbilla mientras afirmaba con su cabeza y asumía lo dicho por el mismo.

—Para la próxima avisa que vienes ¿No? Que hayas venido una vez a mi casa no te da derecho a aparecerte así como si nada. Ese es el primer punto, el segundo es que no necesito escenas baratas de celos. El solo está aquí porque su hijo y sobrina están con Ainara... No tengo que darte una explicación pero para evitarme un reclamo más te lo doy.

—Ahora entiendo porque tu sobrina dice que es tu novio, es obvio que te acuestas con tu ex ¿Así me dijiste que era? ¿No? Algo del pasado.— Bramó

—Piensa lo que quieras, yo a ti no te debo explicaciones.— Lamí mi paladar e hice un mohín, restándole importancia. —Lo que si te pido es que te vayas. Si quieres en la noche vuelves pero ahora estoy ocupada.— Indiqué con mi mano el pasillo que llevaba hasta la salida.

—¿Irme? Ni de coña te dejo con el aquí sola.— No me dejo responder y se fue con pasos largos hacia la sala de estar. Camine detrás de él cuando capte hacia donde se dirigía. Al entrar, lo observé pararse frente a Sebastian —Creo que no nos han presentado. Soy Pablo Stuchetti, un gusto— Estrechó su mano hacia el.

Sebastian se quedó sin reacción alguna por unos segundos pero luego se puso de pie y le dio ese típico abrazo que se dan los hombres entre sí.

—Un placer, bro. Sebastian Obando— Contestó a su saludo

No se que diablos intenta hacer Pablo pero no me agrada tenerlos aquí a ambos. No es que me ponga nerviosa... O bueno si, lo hace y mucho.

—¿De donde se conocen ustedes?— Nos señaló a Sebastian y a mi. Sebastian claro que iba a responder pero lo interrumpí

I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora