XIX| sin editar

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[El timbre]

Fanny

Recibí el beso, no pensé ni siquiera en alejarlo. Disfrute sentir sus suaves labios con los míos como si todo fuese perfecto y todo como antes, pero en cuanto se marchó, caí directo en la realidad, en mi realidad.

Dejé salir el aire por la boca y caminé a los adentros de mi edificio, mientras subía no dejaba de pensar en todo lo de hoy. Todo fue tan rápido, tan raro, tan poco cotidiano, lo del divorcio no lo vi venir, me imaginé todo menos esto. Aunque claro, hay que ver para creer, una cosa es lo que dice y otra sus acciones, de todas formas, eso me da felicidad ¿Por qué? No se, quizás sea porque una vez teníamos planeado eso y hasta ahora lo hará. No digo que volveré con el, solo que muy en el fondo era un deseo pautado y hasta ahora se decide por divorciarse

En otros temas, tengo que buscar unos buenos ingenieros para mañana, ¿como haré? No tengo ni la menor idea, pero quiero ayudar a Sebastian con su hijo. Yo no puedo tener, pero el si, debo de ayudar de alguna forma a que el siga estando cerca de su hijo y que yo no sea la causante de su separación de padre e hijo. Se lo que se siente no estar con tu padre y no se lo deseo ni a él ni a nadie

Las puertas del elevador se abrieron y salí, tenia muchas ganas de entrar a mi casa y quitarme estas plataformas de 9 centímetros. Entre a mi departamento y las luces aún estaban encendidas, es algo que me extraña porque las luces se apagan temprano aunque en realidad no nos acostemos temprano, solo es costumbre.

—¿Hola? — Dije en un tono de voz normal, esperando respuesta. Es obvio que no me escucharán, dejé la llave en la mesa del pasillo y continué caminando hasta la sala de estar, ahí empecé a escuchar voces.

Mi sangre ardió cuando mi cerebro reconoció que la voz persona que estaba en mi sala de estar, era Pablo. Hablando con Ainara

—¿Que haces despierta tan tarde, corazón? — No salude ni nada parecido, solo hable hacia Ainara haciéndome notar. No tiene porque hablar con Pablo a solas en la sala, tampoco debe estar despiertas a esta hora

—¡Tia! — Se paro encima del sofá y abrió sus brazos. No dude en acercarme a ella y abrazarla, mire a Pablo por encima de mis hombros y me sonreía inocentemente. —Mamá no está y Carmen se quedó dormida, así que sonó el timbre y le abrí a tu
amigo. — Señaló a Pablo

—Sabes que tienes prohibido abrirle la puerta a desconocidos — Recordé, mi tono de voz era uno de molestia

—Pero yo no soy un desconocido, princesa — Hablo Pablo

—Para ella si — Si las miradas matarán, en estos momentos Pablo estaría desangrándose en el piso
—Ve a la cama corazón, en un rato subo a darte el beso de las buenas noches ¿Si?

—Bueno — Contestó satisfecha —Hasta luego,
señor. — Se despidió moviendo sus manos, en tanto hizo eso, bajó del sofá con cuidado de no caerse ya que estaba parada encima de el.

—Hasta luego, hermosura — Le dio una sonrisa y esperó hasta que subiera para hablar —Es muy hermosa tu sobrina, se parece mucho a ti.

—Que sea la última vez que te le acerques o hables con ella... — La rabia en mis ojos era notable y la firmeza con la que hablaba en mi voz lo hacía más notable —No somos amigos cercanos, venir a mi casa cuando te pegue en gana ya te lo dejo pasar pero con ella no, de verdad te lo advierto, una palabra más que le dirijas cuando vengas acá y terminamos esto, Pablo. —Paré de hablar por falta de aire, pero me contuve. Ainara es mi chiquita y no dejaría que cualquier individuo con el que me esté acostando hable la mínima cosa con ella, ni siquiera que esté a solas con ella. No lo conozco, no se sus mañas ni intenciones

I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)Onde histórias criam vida. Descubra agora