I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)

XII| Sin editar

[No lo evite]
Maratón 2/2

Narradora Omnisciente.

El martes paso como rabión, se fue rápido. Y es que claro, como Fanny lo dijo, tenía cosas que hacer prácticamente todo el día. Sebastian de igual forma y los niños como rutina, el kínder.

El miércoles fue un día cálido, el sol se adueñaba y hacia que la temperatura fuera por encima de 31°c .

Fanny
(...)

Ya era de tarde por lo que ya tenía a Ainara en casa, la única forma por la cual no estaba inquieta es porque se encuentra con Yuri arriba haciendo tareas o jugando a la tarde de té. Una de dos

—Hola, linda. — Ese que acaba de entrar a mi biblioteca es Pablo. Gruñí en cuanto sentí su presencia, creo que el lunes le dejé clarísimo que no puede llegar a mi casa cuando le entre en gana, esté necesita un estate' quieto' urgente.

—Hola— No levante mi vista, solo cambie de página y continúe leyendo, sentada en mi cómodo sofá.

—¿Estas enojada?— Preguntó, parado en el marco de la puerta.

—No, estoy leyendo.

—¿Que lees?— ¿Por qué jode tanto? Puedo soportar que llegue a mi casa sin avisar pero que me interrumpa mientras leo, eso no tiene perdón de Dios y mucho menos mío.

—Harry Potter y la muerte de la persona que no me deja leer en paz— Bufé, con la vista en mi libro y con esperanza de que se fuera por donde mismo entro.

—Que fría eres— Me acusó. Rodé los ojos

—Que bueno— Dije sarcástica.

—¿Crees que eso eso una cualidad?— Entró y cerró la puerta de la biblioteca detrás de él. Apreté mis dientes y cerré con fuerza mi libro entendiendo que no se marcharía por donde mismo vino ni me dejaría terminar mi libro tampoco.

—Creo que es una resistencia— Confesé. —¿A que vienes? Creo que deje bastante claro el que debes avisar para venir a mi casa.

—Me tienes preocupado— Metió ambas manos en sus bolsillos y se paró en frente mío

—¿Preocupado?— Levante una ceja y sonreí de lado

—Si. El lunes en cuanto se fue tú "amiguito"...— Hizo comillas con los dedos —Me echaste de tu casa, no he recibido llamadas tuyas ni siquiera para que tengamos sexo.

—Solo ha pasado un día desde el lunes, relájate por Dios. Que desesperado eres— Di una risilla y me puse de pie, me acerqué a uno de los tantos estantes y guardé el libro que estaba leyendo ahí, con la colección de libros de Harry Potter. —¿Tan necesitado estás?— Lo vi de reojo, por encima de mi hombro.

—De ti.— Admitió y no pude evitar sentir sumisión en él y grandeza para mi.

Cuando iba a caminar hacia él para devorar sus labios mi teléfono empezó a sonar, Sebastian.

Demonios, había olvidado esto.

—Debo contestar— Conté, mirando la pantalla de celular. —Ya vengo— Lo mire instantáneamente y salí de la biblioteca para contestar mi teléfono.

—¿Qué?

—¿Esas son maneras de contestarle al hombre que amas?

—No empieces Sebastian, estoy corta de ánimos así que habla ya.

—Eso no es novedad... Estoy acá abajo esperándote, apresúrate que Milly está emocionada

—Bueno, déjala subir. Iré sola con ella, ni por mierda me subiré a tu auto e irás con nosotras