XXII| sin editar

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[Ya no soy infielmente tuya...]


Sebastián

Entre el beso, la temperatura se hacía presente y nuestros cuerpos pedían más.

—Eres tan hermosa, Lu— Dije sobre sus labios.

Ella me sonrió y luego volvió a apoderarse de mi boca. Comenzó a quitar los botones de mi camisa y la dejo caer así, en el suelo. Hice lo mismo con su blusa, baje el cierre y se la quite, para luego seguir con su pantalón, el cual se junta con el resto de la ropa en el piso. Acaricié su piel semidesnuda mientras los besos seguían sin detenimiento y control.

Mis manos ascendieron hasta el cierre de su sostén y se lo quite con adiestramiento, sus senos se volvieron pesados por la excitación, sentí de ellos endurecerse contra mi pecho.

Cada segundo que pasaba nos compenetrábamos el uno con el otro, parecía como si jamás me hubiese ido, como si aquellos cuatro años  hubiesen sido horas y los recuerdos en realidad fueran parte del presente.

Recorrí con mis manos, su espalda y cuando llegue a sus glúteos, los apreté, haciendo mas presión hacia mi. Su feminidad estaba muy cerca de mi erección, por ello, sentía mi dureza. Quito las manos de mi cuello y descendió hasta el pantalón que llevaba aún, dejó caer de el con agilidad. Una vez esté bajo, entro su mano dentro del bóxer y acariciando mi glande, provocando en mi quejidos de placer.

—Lu..— Musité apenas

—¿Si?— Preguntó, Para luego morder mi labio inferior.

—Había olvidado lo bien que se sentías
tus manos— Confesé a ojos cerrados

Mis palabras le causaron una risilla y luego paso su lengua por mi pecho, dejando pequeñas mordidas. Retire las manos de sus cintura y la aúpe en mis caderas para caminar hasta la cama. Ahí la deje caer con delicadeza y me separe un poco para quitarme la poca ropa que aún estorbaba.

Me acerqué una vez más y le di un beso corto para luego bajar sus pechos, mi lengua hicieron contacto con el par. Las mordí y succione, mientras mi mano derecha viajo hacia sus bragas y las quite, para si acariciar su clitoris.

—Sebastian...— Susurro

—¿Mm?— Pregunté sin soltar sus pechos

—Mírame...

Succione por última vez uno de sus pezones y luego quite la mano de su feminidad, para incorporarme y mirarla a los ojos.

—¿Qué paso? ¿Estas bien? ¿No quieres que sigamos? Si es así lo entiendo— Por mas que quiera seguir, no quiero que ella se arrepienta de esto, no quiero que se sienta forzada a que lo intentemos de nuevo.

Me miro de manera tierna y con sus manos tomo de mi rostro.

—Nada malo— Sonrió

—¿Segura?— su sonrisa me da paz y elimina esa preocupación momentánea

—Si. Es que necesito que sepas algo

—Te escucho

—Sebas...— Mordió sus labios y sonrió otra vez —En estos cuatro años yo no he dejado de amarte— Confesó

I am no longer unfaithfully yours| Ya no soy infielmente tuya| (Yatralu)Where stories live. Discover now