I FEEL YOU / Pierre Gasly

13.

El sudor me escurre desde la nuca hasta mi espalda baja, estoy totalmente empapada de sudor y jadeando por un poco de agua, dejo caer la cuerda al piso y después le hago compañía sentándome a un lado, Carlos esta con su rutina de abdomen y Lando llega a un lado de mi con una botella de agua en las manos.

Hace muchísimo que no hacia ejercicio, bueno no específicamente muchísimo si nos referimos al ejercicio en cama que he hecho, reprimo la sonrisa al recordar mi maravilloso fin de semana, o bueno maravilloso día porque después de eso volvimos a ser indiferentes con el francés. Me había ignorado ese día por la noche y por el siguiente, ni siquiera me sostenía la mirada y mucho menos hablaba cuando estaba Toto alrededor, que infantil.

Mismo francés que tiene el torso descubierto empapado de sudor mientras Pyri le grita que lo haga mejor, trago saliva cuando se endereza y deja caer las pesas provocando un estruendo, se pasa la mano por el cabello húmedo y quiero gemir cuando sus ojos caen en mi. Las gotas de sudor se le conectan una con otra en el abdomen hasta que se pierden en su marcada -v- tiene el cabello despeinado y sus labios se entreabren cuando levanta una botella de agua.

Lando habla de lo estresado que esta para este fin de semana y sobre un pastel de zanahoria que comió en casa este fin, la verdad es que mi atención no es mucha porque Pierre se pone de pie y camina unos pasos antes de ponerse a hacer abdominales.

Tengo que salir de aquí, tengo que salir de aquí antes de que mis impulsos sean mas fuertes y me obliguen a correr a todos de aquí ahora mismo para reemplazar el sudor del ejercicio por uno nuestro.

Salgo del gimnasio que esta en la ultima planta y camino a paso rápido al elevador, no puedo seguir aquí pensando en algo que se debió de haber terminado el Sábado, en algo que quedo amarrado en mis sabanas blancas de Saint Tropez. Pero es que de solo imaginarlo de nuevo sobre mi o volver a tener la sensación de sus labios devorar los míos el calor me invade y me humedezco como nunca antes me ha pasado. Esto es maldita culpa de George, el y sus idioteces de -esta soltero, ahora pueden follar-. Pero también es mi culpa por seguir este juego idiota.

...

"Buenos días".

"Buenos días bombón". Canturreó quitándole de las manos a Carlos el café espumoso que trae con el, gruñe cuando se da cuenta que no se lo devolveré y me rio al ver su cara antes de dar un beso a su mejilla y subir a la camioneta que ya espera por mi.

Hoy mi fin de semana corresponde a George y sinceramente lo agradezco pero mi agradecimiento se va al mismísimo infierno cuando en la camioneta a la que subo no entra mi mejor amigo, Toto esta sentado adelante y a un lado se sube Pierre quien se ve espectacular con suéter amarillo.

"¿Donde esta George?". Pregunto ansiosa, Toto Wolff no deja de teclear en su teléfono y después de largar un suspiro gira la cabeza para observarme, su ceño se frunce al ver el termo de McLaren en mis manos y lo único que hago es sonreírle mientras le doy otro pequeño trago."Llegara más tarde, su conferencia se movió por la tarde".

Y no dice nada más, ninguno lo hace. Pierre, papá y yo estamos sumergidos en el mundo de las redes sociales, mientras el viaje que parece no tener final se extiende.

"Hemma". Su voz me hace titubear en si levantar la mirada o no, aprieto mis labios para no entreabrirlos cuando levanto la mirada, lo veo y le doy un trago al café que antes era de Carlos, me da una mirada que no se como tomar cuando no le respondo nada, pero sus ojos azules me observan impacientes cuando no obtiene una respuesta, pone los ojos en blanco y bufa.

"Eres muy difícil Hemma". Elevo mis cejas ante su ironía y trato de no ahogarme con el café cuando su mano izquierda se coloca en mi pierna derecha, mis ojos se abren de alerta y veo como Toto sigue contestando llamadas mientras lee algunos diagnósticos.