I FEEL YOU / Pierre Gasly

36.

PIERRE POV

Observo su espalda desnuda junto con su maraña de cabello a un lado de mi, despertar al lado de Hemma Wolff sigue resultando extraño, sobre todo cuando no es la típica chica que se acurruca o da besos de buenas noches, simplemente habla y habla y habla de cosas que le gustan o le gustaría hacer hasta que ya no lo hace mas porque esta dormida, justo como anoche.

Mas bien soy yo, quien la atrae hacia mi para sentir la calidez de su cuerpo mientras duerme.

Hablar con ella después de la llamada de Heidy era extraño, tenso y hasta un poco incomodó. Sabía lo preocupada que estaba por George y debo admitir que hasta a mi me sorprendieron las palabras de la rubia. Lewis Hamilton, wow. Yo no sabría como reaccionar si Hemma llega diciéndome que no quiere estar más en esto que tenemos, que finalmente decide estar con Carlos o con Liam o con tal vez Mason y no conmigo.

EL terror me invade y me remuevo ansioso en mi lugar, no lo soportaría. No soportaría el verla con alguien más que no sea yo, me inclino y dejo un suave beso sobre su hombro inhalando su aroma frutal.

Su teléfono no ha parado de vibrar y ella sigue sin moverse, su departamento en Mónaco es magnificó y tiene una vista espectacular, tomo su celular entre mis manos y suelto una palabrota cuando veo las más de 15 llamadas perdidas de Toto junto cientos de mensajes.

Es nochebuena y ella tiene que tomar un vuelo.

Dejo el celular rápidamente donde estaba cuando la veo removerse entre las sabanas y finalmente abre los ojos, su mirada parda se topa con la mía y no dice nada mientras me sigue observando. Impresionantes, los ojos de Hemma Wolff son impresionantes y no van a dejar de sorprenderme nunca. No me voy a cansar de verlos y de repetir lo hermosos que son. Me observa con ellos bien abiertos aún algo adormilados, tratando de descifrar que esconde mi mirada, es como si quisiera poder leer mentes y con un vistazo averiguar que es lo que se cruza por mi cabeza.

Todo lo que se pasa por esta últimamente, de hecho ya hace bastante tiempo es ella.

Entrecierra los ojos y se talla la cara antes de girarse y agarrar del piso mi camisa blanca, quiero gemir cuando la veo con ella puesta mientras se dirige al baño, no ha murmurado ninguna palabra, se mueve sin hacer ningún ruido por la habitación. Escucho el grifo del agua del lavabo ante el silencio que hay y después de tres minutos sale con una sonrisa en sus labios.

"Buenos días, no se que se te antoje hoy pero ¿quieres comer algo?".

Hago una mueca mientras la observo moverse por la habitación y estoy a punto de contestarle que unos panqueques de los que le lleva a Lando y George al paddock estarían perfectos, sin embargo mis palabras se quedan estancadas en mis labios cuando su mirada cae a su teléfono que ha empezado a vibrar de nuevo.

"¿Porque no contestas?". Pregunto temeroso, desvió la mirada de ella hacia su teléfono y nuevamente a ella. Parece que no contestara por su semblante pero después de un tiempo suspira con pesadez y se encoge de hombros murmurando.

"Es Toto".

"Tienes un vuelo que tomar". Frunce los labios y enarca las cejas, vuelve a ignorar su teléfono y sale de la habitación, salgo de las sábanas blancas y me pongo mi hoodie blanco junto con mis boxer para seguirla hasta la cocina. "¿No irás verdad?". Insisto.

Está sentada sobre la encimera con las piernas cruzadas mientras toma agua, se encoge de hombros, está frustrada y con el ceño muy fruncido. Hay un largo silencio cuando me acerco a ella, trato de colocar mi mano en una zona donde su piel esté cubierta y esto parece divertirle ya que dejar salir una risa. Se baja de un brinco pegando mi pecho al suyo y hace algo tan impropio de ella que me pregunto si es real, estira sus labios hacia mi y como si fuera automático bajo mi cabeza para sellarlos con un beso.