I FEEL YOU / Pierre Gasly

35.

Los besos en mi cuello me relajan, me hacen cerrar los ojos y flotar, explotar, soñar. Le doy un ligero apretón a las rodillas de Pierre y me dejo caer contra su pecho cuando encierra mis pechos en sus manos dándoles un ligero apretón antes de soltarlos y seguir su camino por mi vientre.

"Pierre". Un suave mmm sale de sus labios por lo que solo atinó a rodar los ojos, inhalo profundamente cuando empieza a chupetear la parte trasera de mi oreja derecha, lambe y muerde mi lóbulo con fuerza mientras me susurra lo caliente que esta. "Pierre...".

Lo vuelvo a llamar, se aleja un poco de mi y es suficiente para girarme y obsérvalo con los ojos bien abiertos, me acomodo sobre sus piernas y sonrió cuando su atención está puesta en mi y no en la película que hemos puesto hace unos minutos.

"No te atrevas a alejarme". Me dice, una risita sale de mis labios y me abalanzo sobre su boca la cual me recibe gustosa cuando mis labios se unen con los de el.

Su boca se entreabre y es suficiente para colar mi lengua entre sus labios, mis manos ágiles se pierden en todo su pecho acariciándolo suavemente hasta que bajo al bulto de su pantalón, una sonrisa divertida tira de sus labios cuando me observa con una ceja enarcada.

Esta duro, por mi.

Con una sonrisa cargada de inocencia me acomodo sobre su regazo ocasionando el mínimo contacto de su entrepierna con la mía.

La pijama de seda morada, roza contra su short deportivo haciéndolo jadear.

"Hem....". Gruñe.

Saco mi lengua y con sumo cuidado me encargo de delinear sus labios para comenzar a repartir besos en su cuello haciéndolo jadear.

"¿Estás caliente?". Pregunto en un murmuro, otro gruñido recibo de su parte, su mano se cierra en mi cadera y me atrae hacia el presionando nuestras partes íntimas haciéndonos gemir a ambos con fuerza.

Su cara se vuelve a perder en mi cuello, apartando mi cabello el cual no tarda en comenzar a jalar poco a poco y es suficiente para comenzar un suave baile sobre el.

Siento su pene duro debajo de mi, preparado para recibirme, siento mi zona íntima húmeda, caliente, palpitando por el.

"Quería tocarme para ti". Confieso, un jadeo escapa de su boca y rio cuando se pone de pie llevándome con el, mis pantuflas se quedan tiradas en la alfombra y cuando mi trasero rebota contra la encimera carcajeó.

"Hazlo".

"Pierre". Sus pupilas dilatadas me exigen en silencio cuando se aleja de mi. Me bajo de un brinco de la encimera y descalza me acerco a él. Su torso desnudó brilla y la idea de bailar para el resulta tentadora, quiero abrir las piernas y tocarme a mi misma mientras el anhela por hacérmelo.

Recarga su peso contra la estufa, apoyándose contra la encimera de mármol. Me echo el cabello para atrás y sonrió cuando sus ojos no se apartan de mis movimientos. Levanto la fina blusa de tirantes que forma parte de mi pijama hasta sacarla por completo.

Sus ojos no se apartan de los míos y cuando los baja por mi pecho y muerde su labio, es mi fin. Exijo tenerlo dentro de mi.

Sin embargo actuó de diferente manera. El sol radiante en Mónaco apenas se filtra iluminándonos con los últimos rayos dorados de sol, y tenemos que darnos prisa antes de que George llegue junto con los chicos.

"Hemma....". Advierte. Su voz cargada de lujuria me hace gruñir, me acerco a él y entreabre sus labios esperando ya mi beso. Pero sus ojos se abren con sorpresa cuando acaricio su abdomen con la punta de mis dedos mientras me deslizo hasta arrodillarme frente a él.