𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶 [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]

El chico que rompió mi corazón

—¡Espere!—Jack se fue volando en su cayado para alcanzar a la chica.

La platinada miró al peliblanco volando desde el cielo y abrió los ojos más para asegurarse de que no era una broma; Este chico si que estaba lleno de sorpresas.

—¿Otra vez usted?

—Vamos a empezar de nuevo, quizá fui muy directo. Soy Jack Frost.

La chica suspiró, le daría una oportunidad, solo una.

—Soy Elsa.

—Muy bien, Elsa. Vine a este lugar porque soy un guardián, los guardianes tenemos una misión en común: Proteger a los niños. Yo utilizo mis poderes para ello. Nunca había venido a este lugar, así que necesito hacer mi trabajo aquí también. Solo eso, y para ello tienes que ayudarme dejando de...—hizo una pausa— ya sabes, solo no uses tus poderes, ¿es mucho pedir?— la miró a los ojos esperando una respuesta.

—¿Te parece tan simple? Mis poderes son parte de mi. Ya lo había dicho antes y lo diré de nuevo, no voy a dejar de usarlos- contestó con voz decidida.

—Nosotros queremos que Elsa siga usando sus poderes— un pequeño niño rubio habló robando la atención de ambos y abrazó a la platinada. Jack lo miró con cara de pocos amigos y le enseñó la lengua, a lo que el niño correspondió el acto.

Elsa solo rodó los ojos.

—¿Lo ves? Los niños están bien conmigo.

—¿Insinuas que eres mejor que yo?

—Tómalo como quieras.

—Wow, wow, wow. ¿Así que crees que eres mejor?—arqueó la ceja— Te propongo un reto. Cinco desafíos para poner a prueba nuestros poderes. Quien obtenga más puntos ganará el privilegio de ser "Guardián de la nieve y el hielo". Quien pierda, no podrá usar sus poderes nunca más— lo último sonó tan severo que los niños se callaron y todo quedó en un desfiante silencio— ¿Acepta, majestad? ¿O le da miedo?

—No tengo tiempo para...

— Elsa, dí que si, vas a ganar — una niña de trenzas le aconsejó susurrando, sus ojos brillaban de emoción, la platinada no podía decir que no.

—Está bien—suspiró—prepárate para no utilizar tus poderes otra vez, Jack Frost— agregó con una sonrisa.

***

—¿Y quién se supone que organizará esto?—preguntó la chica al guardián.

—Usted déjeme eso a mi, yo me encargo— respondió— hablaré con los guardianes y organizarán una gran competencia.

—No tienes porque hablarme de usted. Que el cabello blanco no te engañe, tengo solo un poco más de edad que tú—rio ligeramente mirando al chico— Yo debería hablarle de usted— dijo mirando el platinado cabello de Jack.

—Es la reina, se supone que tengo que ser formal, ¿no?— alzó una ceja y se recargó en su cayado.

—En realidad, mi hermana es la reina ahora.

—Pero los niños dijeron...

—Es una larga historia, en resumen, antes fui la reina pero le cedí el puesto a mi hermana, Anna; Por lo tanto no es necesario que seas formal.

—Bueno... puede ser que ya no sea la reina, pero, sigue siendo la hermana de la reina, así que eso la hace una princesa- sonrió y miró a la chica a los ojos. De pronto se dio cuenta de que eran lindos, de un azul claro brillante.