Pesadilla

356 43 23
                                    

El peliblanco voló hacia el Polo Norte, daba volteretas en el aire gritando con energía.

Se sentía tan ligero como una pluma,
todavía no podía creerlo.

"Ella me besó"

Incluso le daba risa cada que lo recordaba, parecía una broma.

La mejor de las bromas.

Y aunque la chica haya dicho que solo lo quería como amigo, al menos tenía una esperanza.

—Si me beso una vez, podría pasar de nuevo— sus ojos brillaron con ilusión al pensar eso.

Llegó a la guarida de Norte con una sonrisa al recordar lo que había pasado minutos atrás.

—Que bien te ves hoy, Norte— dijo el peliblanco a manera de cumplido- ¿Te hiciste un nuevo corte de cabello o algo?

—Vaya, vaya, alguien viene muy feliz—se burló Conejo.

—Ni siquiera intentes arruinarme el momento, no esta vez, Canguro de Pascua—respondió Jack sonriendo aún más.

—¿Ya nos vas a contar a que se debe esa sonrisa?- preguntó Hada emocionada.

—A este chico le dieron su primer beso— anunció señalandose a si mismo.

—¡Ho-ho!— expresó Norte con felicidad y le dió unas palmadas en la espalda a Jack que casi lo hacen caer- Muchas felicidades, muchacho.

—Ayyy—chilló de felicidad Hada—¿es tu novia? ¿Quién es? ¿Cómo se conocieron?

—No puedo creerlo, niño. ¿Estás seguro de que esa chica está bien?—preguntó Conejo a lo que recibió un codazo por parte de Hada- ¡Auch! Felicidades, Frost— gruñó.

Sandman formó un corazón y fuegos artificiales con su lenguaje de arena.

—Ella es maravillosa. Me entiende como si compartieramos la misma historia. Es lista y siempre dispuesta a ayudar, valiente y fuerte. Además es la chica más hermosa que haya visto en toda mi vida.

—Aww— comentó Hada.

—Pero no somos novios... no aún.

—¿Qué, cómo que no?— preguntó Norte con sorpresa.

—¡¿Se besaron y no son novios?!— preguntó asombrada Hada.

—Pero, pronto lo será, espero... —susurró el chico rascandose la nuca.

Después de una larga plática con los guardianes, el ojiazul fue a dormir en el cuarto que Norte le había dado para descansar.

No había más que una cama y un pequeño buró con la muñeca rusa que era una replica de él.

Jack observó los hermosos rayos de la Luna atravesar la ventana y sonrió recargándose en su cayado recordando lo maravilloso que fue ese día.








Arendelle

Elsa se quedó paralizada por un momento sin poder asimilar aún los hechos anteriores.

𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶  [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]Where stories live. Discover now