𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶 [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]

El impostor

《Jack》

-¡Deja de pensar en Elsa, estás conmigo!-exclamó con molestia Hada alejándose de mí, pero al instante se cubrió la boca con las manos, como si incluso ella misma se hubiera sorprendido de su reacción.

Se dio la media vuelta mientras se abrazaba a si misma.

-Lo siento- susurró.

-No-no, yo lo siento. Es que yo... nunca pensé que tu... tu... yo...- tartamudeé rascando mi nuca, estaba muy impresionado, jamás me imaginé que Tooth sinitiera algo por mí, y nunca me había gritado así tampoco, aunque claro que la entendía, mencioné el nombre de otra chica cuando ella estaba a punto de besarme, soy un tonto.

-Ella necesita ayuda, mira, mi pulsera está brillando-no se me ocurrió que más decir y le mostré mi muñeca nerviosamente, pero ella desvió la mirada.

-Elsa solo te llama cuando necesita algo de ti, Jack. Tu te mereces algo mucho mejor que eso-se volteó para mirarme a los ojos con cierta tristeza, ni siquiera sonaba molesta, más bien decepcionada- Ella no te ama y solo te lastimas al pensar que algún día lo hará, lo único que hace es ocasionarte tristeza y dolor -hizo una pausa-Ten algo de amor propio- lo último lo dijo más como una súplica arrugando las cejas.

Se me hizo un nudo en el estómago, bien dicen que las verdades duelen.

-Tooth...yo...- suspiré- no lo entenderías...- fue lo único que dije y bajé la mirada, de nuevo vi mi pulsera brillar. - Cuando sea el momento correcto, te lo voy a contar. Lo prometo- la miré a los ojos- pero por ahora debo irme, seguro es una emergencia.

Me sentía mal por dejarla ahí, con la conversación a medias, pero Elsa me necesita, y yo le dije que siempre estaría ahí para ella.

-En serio lo siento, Hada.

Apreté los ojos e inhalé profundamente. Lancé la esfera de Norte y me teletransporté hasta donde mi pulsera me indicaba que estaba Elsa.

《Elsa》

Esperé a Jack un rato, no fue mucho, pero mi paciencia no era demasiada en ese momento.

-Parece que está muy ocupado... - me dije a mi misma y suspiré con pesar.

Apreté el puente de mi nariz con frustración, sabía que no podía ir sola, pero, ¿qué podía hacer? Jack era el único en el que confiaba para acompañarme.

Recordé la desesperación de la troll que quiere ver a sus hijos de nuevo y lo preocupados que se veían los demás. Tenía que resolverlo cuanto antes, no podía seguir esperando a Jack.

Caminé decidida hasta la biblioteca y cerré la puerta con cuidado de no hacer ruido.

Observé la estatua del caballo de mi madre hecho de madera y una sonrisa meláncolica se dibujó en mi rostro, ella amaba cabalgar...

Se me hizo un nudo en la garganta cuando recordé que no había visitado ese lugar desde que bebí la poción del olvido.

Sacudí la cabeza para evitar que los recuerdos nublaran mi objetivo y activé la palanca para entrar al pasadizo secreto.

Cuando entré todo estaba igual que la última vez, como si ese lugar se hubiera congelado en el tiempo, el libro de investigaciones de mamá seguía sobre la mesa y los vidrios de la poción aún estaban tirados en el suelo lo cuál me dio escalofríos, pues ese mismo objeto apareció en mi castillo como si nunca hubiera estado roto.

Desvié mi mirada hacia un estante cercano, había muchos libros pero me concentré en sacar solo los de color negro, sin embargo ninguno de esos trataba sobre magia oscura.