Heridas

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《Jack》

Caminaba ansiosamente en círculos por la biblioteca mientras esperaba que Elsa despertara, pues estaba profundamente dormida en el sofá magenta de la biblioteca.

En ese momento mi mente era una como una bola de estambre con hilos sueltos y enredados.

"¡Suéltalo! Ya te dije que lo amo a él y no a ti, Jack"

"Ten algo de amor propio"

"Te recuerdo que solo estás retrasando lo inevitable"

"¿Qué-que le hiciste?"


Sacudí la cabeza, no quería dejarme influenciar por esos pensamientos, sabía que Elsa no estaba consciente de lo que decía; por otro lado se me hizo un nudo en el estómago al recordar a mi princesa con los ojos amarillos; no quería ni pensar que pasaría si ella llegara a corromperse como decía la profecía.

Me senté en el suelo recargado de un escritorio cercano abrazando mis piernas. Esa angustia que sentía clavada en mi pecho se convirtió en tristeza cuando me di cuenta de algo que había estado ignorando...

Estoy enamorado de Elsa y a su vez ella de mí como Jackson Overland, pero, mientras no le diga que soy yo, me seguirá tratando como un amigo.

Y no puedo decirle que yo soy el encapuchado, porque estaría condenándola a la oscuridad, nunca me atrevería a hacerle eso.

Estoy en un bucle infinito de rechazo en la que ninguna de mis opciones tiene un buen final.

Mientras siga estando cerca de ella tendré que continuar con más engaños, ocultandole cosas. Tan solo tendré que mentir otra vez cuando despierte para "explicarle" porque el encapuchado tenía mi cara.

Y ya no quiero seguir mintiendo. Ya no puedo, no puedo...

¿Y si la profecía ni siquiera es real? ¿Qué pasaría si solo fuera un invento de Pitch para manipularme?

Aún así, Elsa nunca me perdonaría por dejarla. Y yo no podría explicarle que pasó , porque no recuerdo nada.

Suspiré con frustración, una lágrima rebelde corrió por mi mejilla, pero la limpié bruscamente con mi sudadera.

No tengo más remedio que...

—Vaya, pude oler tu miedo a kilómetros de aquí, Jack—pronunció una voz conocida que interrumpió mis pensamientos; justo detrás de mí apareció Pitch con una sonrisa burlona.

—¡PROMETISTE NO HACERLE DAÑO!— me levanté con rabia encarándolo.

—Shhh, no querrás despertar a la "Bella Durmiente", ¿o si?—susurró y luego regresó a su tono de voz normal—yo no lo hice. El libro contenía magia oscura de magos antiguos, nada que ver conmigo. Tiene una barrera para evitar que los curiosos, como Elsa lean información que no deben. A parte, ¿de qué te preocupas? estará bien.

—¿Estar bien? ¡¿ESTAR BIEN?! Ese impostor estuvo a punto de matarla, sus ojos eran amarillos, y vio que yo soy el encapuchado, ¿te parece que con todo eso va a estar BIEN?  No te creo nada.

—Jack, Jack, Jack... por primera vez usa tu cerebro— rodó los ojos con fastidio—¿No recuerdas que existe la magia?

—Háblame claro— apreté los dientes.

—Con un contrahechizo puedo hacer que olvide lo que pasó— se encogió de hombros.

—Ni en sueños voy a dejar que tu magia la toque.

𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶  [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]Where stories live. Discover now