𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶 [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]

Olvidó al amor de su vida

"Merece alguien que lo ame de verdad y que no este pensando nadie más"

"¡LO AMO CON TANTA FUERZA COMO HACE AÑOS!"

Esas eran las frases que retumbaban en la cabeza de Jack.

Huyó volando deprisa sin rumbo fijo por aquel cielo nocturno, que parecía más oscuro que de costumbre, olvidando completamente la arena negra que había sido el motivo de haber ido a Arendelle en un principio.

Limpió sus lágrimas con el antebrazo, sin dejar de culparse a si mismo por haber sido tan ingenuo. Sentía un enojo creciente en su interior, lanzó hielo hacia un árbol cercano para sacar su coraje.

¿Cómo era posible que ella pudiera amar a alguien que la había lastimado en lugar de a él?

-No me importa que no haya querido decirme, voy a descubrir quien es- apretó los dientes con rabia.

En ese momento una idea surgió en su cabeza, así que se dirigió hacia el Palacio de los Dientes.

Cuando llegó al lugar se colocó la capucha de su sudadera para que nadie pudiera ver sus ojos cristalinos por las lágrimas.

A lo lejos pudo distinguir una colorida silueta que se acercaba a él con una sonrisa.

-¡Jack! ¡Que sorpresa! ¿Qué te trae por aquí?- preguntó la chica de ojos violetas, pero luego frunció el entrecejo al ver la actitud tan inusualmente apagada de su compañero guardián- ¿Estás bien?

-Necesito ver las memorias de Elsa Arendelle- dijo algo frío ignorando su pregunta.

-Jack, sabes que no está permitido, ver los recuerdos de alguien más podría tener consecuencias graves. ¿Por qué quieres hacer eso?- se acercó a él y notó sus ojos llorosos, cosa que le hizo un nudo en el estómago. -Cuéntame que pasó y hallaremos una solución que no implique romper las reglas- dijo lo más amable que pudo.

-Hada, no te lo pediría si no lo necesitara de verdad, por favor, quiero ver sus memorias.- pidió con los ojos llorosos.

-¿Ella te lastimó?- preguntó, nunca había visto a su amigo en ese estado, tan vulnerable y triste.

-Ama a alguien más, y me hizo creer que me quería- se sentó en el suelo abrazando sus rodillas cabizbajo- Y yo como un tonto caí- una lágrima se asomó por su mejilla.

-No digas eso, tu no eres un tonto- se puso a su altura flexionando las rodillas y lo miró a los ojos.

- Y-y yo pensé que tendríamos un nuevo comienzo, juntos... en el que nunca volvería a sentirme solo, pero no fue así, Hada- agregó con la voz entrecortada.

La guardiana se sentó a un lado de su amigo y decidió abrazarlo con fuerza.

-Sé que no puedo llegar a saber como te sientes, pero quiero que sepas que estoy aquí, y siempre lo estaré. Nunca estarás solo.

Jack correspondió el abrazo hasta que después de un largo rato logró calmarse un poco.

-Gracias Hada... - el albino se levantó y le dio la espalda-Y perdóname por lo que voy a hacer pero...- la chica arqueó una ceja- Tengo que ver sus memorias- dijo y emprendió vuelo sorprendiendo a la chica, se dirigió hacia el lugar donde sabía que las cajas de recuerdos eran almacenadas.

-¡Jack, no!- Hada lo siguió volando, intentando evitar que cometiera un grave error. -¡Jack!

Afortunadamente para el chico, las cajitas estaban cuidadosamente acomodadas por abecedario, por lo cual encontró rápidamente la de Elsa.

-Lo siento, Hada.- Tomó el objeto y lo guardó en el bolsillo de su sudadera, para después huir volando, ignorando los gritos de advertencia de la chica que poco a poco fue dejando atrás.