𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶 [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]

Te amo

Advertencia: Este capítulo tiene escenas un poco perturbadoras para personas sensibles a la sangre.

La chica miró con horror como su mano ahora temblorosa se manchó de sangre al tocar la herida causada por aquel objeto punzocortante.

Sentía como si poco a poco le empezara a faltar el oxígeno, el aire pasando por sus pulmones emitía un silbido y su abdomen dolía cada que respiraba.

-¿De verdad creíste que ibas a derrotar al amo de las pesadillas con una simple espada de hielo?

La sonrisa burlona con la que Pitch la miraba sufrir le erizaba la piel, pero tenía que pensar, debía encontrar una solución; trató de crear hielo para su herida, pero por más que se esforzaba, no lo logró.

El frío de la nieve sobre la que estaba le quemaba los huesos, se sentía helada.

Y eso no era normal.

Aquel ser sombrío empezó a carcajearse ante los esfuerzos en vano de la chica.

-¿Qué me hiciste?- frunció el entrecejo con desconcierto.

-En cuanto la daga tuvo contacto contigo extrajo toda tu magia- tronó los dedos y la daga apareció en sus manos-Ahora tus poderes son míos.

-¿Qué?

-Tan solo mírate, querida- un espejo apareció frente a ella para mostrar que su cabello y sus ojos ahora eran de color avellana, confundida empezó a entrar en pánico, estiró sus manos una y otra vez con desespero intentando invocar sus poderes helados, pero nada.

El miedo arrasó como una avalancha en todo su ser, de todos los pensamientos que cruzaron por su mente solo hubo uno que le hizo sentido en ese momento: Jack.

-¡JACK!-reunió todas sus fuerzas para gritar-¡JACK AYÚDAME!- intentó ponerse en pie pero el dolor se lo impidió haciéndola caer al suelo otra vez.

-Jack es un mentiroso Elsa, y ya es hora de que te enteres de su pequeño secreto...

-No-no me interesa escucharte...- se apoyó sobre sus codos mientras su vista empezaba a tornarse borrosa y los sonidos a su alrededor lejanos.

-Jack en realidad es...

Y luego... oscuridad total.

La chica no resistió más y perdió el conocimiento dejando caer su delicado rostro sobre la nieve; Black solo pudo sonreír al imaginar la cara de Jack Frost cuando la viera.

Todo saldría a la perfección.

Jack se encontraba luchando contra lobos oscuros que en algun punto de la pelea empezaron a rodearlo, eran enormes, el triple que el peliblanco.

Utilizaba su cayado para atacarlos mientras volteaba a todos lados intentando ver si Elsa seguía luchando contra los soldados oscuros, pero las fieras le quitaban la visibilidad.

Estaba empezando a desesperarse, se puso a pensar hasta que se le ocurrió una idea.

"El miedo no soporta la diversión"

Sonrió de lado mientras creaba una bola de nieve, sopló sobre ella y la lanzó a una de las bestias.

El lobo quedó estático, sus ojos brillaron y luego hizo una mueca parecida a una sonrisa, tomó con su hocico un poco de nieve y se la lanzó a otro de los suyos.

Pronto todos se involucraron en la guerra de nieve y los lobos se fueron haciendo cada vez más pequeños hasta que se esfumaron.

El peliblanco se sintió orgulloso de que su plan funcionara, sin embargo, ese sentimiento desapareció cuando se dio cuenta de que la platinada no estaba ahí, y de hecho, ya no había rastro ni de un solo soldado.