Vas a quedarte

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《Elsa》

Suspiré y caminé por el pasillo lentamente, hasta llegar a mi habitación, entré y me senté a la orilla de la cama, encima estaba la pulsera de copo de nieve que Jack me regaló.

Bajé la mirada hacia mi muñeca vacía con aires de tristeza y tomé la pulsera para abrazarla contra mi pecho.

No quería aceptarlo, pero extraño a Jack,  ya ha pasado casi un mes desde que no lo veo.

Echo de menos sus bromas, su cabello revuelto, su sonrisa... su compañía.

Desde que se fue no ha salido de mi cabeza, está en todas partes: Lo veo en la luna, en el mar... Todo me recuerda a él y mantenerme ocupada no está ayudando a olvidarlo.

Cuando él salió volando por aquella ventana pensé que lo superaría pronto, pero creo que me equivoqué.

Tal vez me acostumbré muy rápido a él, a veces me siento culpable porque nuestra amistad haya terminado. Quizás si le hubiera dado una oportunidad para que fueramos más que amigos esto no hubiera pasado.

Me dejé caer en la cama y cerré los ojos con frustración, no sabía que sentir.

¿Por qué te extraño tanto?

El sonido de un toc toc la puerta interrumpió mis pensamientos.

《Narrador》

—¿Elsa, puedo pasar?— era la voz de su hermana.

—Adelante— se sentó y acomodó un poco la tela de su vestido.—Creí que estabas con Kristoff y Olaf.

—Cuando saliste te noté rara, quise venir a verte ¿todo está en orden?— la pelirroja se sentó a su lado y la miró a los ojos.

—No—arrugó las cejas— no sé que hago con mi vida, Anna—admitió con pesar.

—¿A qué te refieres?— frunció la mirada, confundida.

—Como reina de Arendelle estaba acostumbrada a tener todo bajo control, tenía un objetivo claro, proteger a mi reino, era mi motivo para levantarme todos los días.

Estuve con la máscara de reina ejemplar durante mucho tiempo y ahora que ya soy libre de ese cargo... no sé quien soy, ni que es lo que quiero, nunca había tenido tanta libertad para decidir eso.

No sé si... quiero una familia como tú, si quiero seguir esperando al encapuchado... o quizá estoy cometiendo un error al aferrarme a él—suspiró— Creo que mi nuevo motivo y la oportunidad de mi vida estuvo frente a mis ojos y no la ví.

—¿Acaso esa oportunidad se llama Jack Frost?

La platinada apretó los labios y bajó la mirada, el corazón de la pelirroja se sintió mal al ver a su hermana tan desanimada y tan... perdida.

—Elsa, cada quien lleva su ritmo y eso está bien. No te sientas presionada, estoy formando una familia, es verdad, pero eso no significa que sea tu obligación hacerlo también. Ahora... yo te prometí que iriamos a Ahtohallan para ver al encapuchado y salieras de dudas, solo que...

—No, estás embarazada, no puedes exponerte a temperaturas tan bajas— objetó al instante.

—Okey, ese es un buen punto—reflexionó—pero la pregunta aquí es: ¿Todavía te interesa conocer el rostro de una persona que te hizo daño y no sabes si va a volver?—intentó decirlo con tacto—Ha pasado mucho tiempo... entiendo que las decepciones amorosas duelen mucho...—recordó la vez en la que Hans le reveló sus verdaderas intenciones—pero, creo que el encapuchado no merece que lo sigas esperando, no merece que sigas sacrificando tu felicidad por él.

No te digo que lo olvides, recuérdalo como parte de tu historia, pero no sigas sufriendo por él.

La hermana mayor se levantó y miró hacia la ventana, como cada vez que quería pensar. 

—He perdido muchas cosas por él. La confianza, la esperanza, incluso la seguridad en mi misma. Pero en el fondo tenía la pequeña ilusión de que algún día volvería, que sería como antes, que seriamos felices. Pero después de tantos años... ahora estoy segura de que si no le importó dejarme, tampoco le importa volver—apretó los ojos y unas lágrimas corrieron por su mejillas, se limpió con la mano y volteó a ver a su hermana.

Tienes razón, no puedo dejar que mi pasado arruine mi futuro. No voy a permitir que me arrebate también a Jack, aunque tal vez ahora me odia, se quitó su pulsera desde hace semanas...

—Jack no te odia, al contrario, te ama, ¡te ama como un loco, Elsa!, tienes que hablar con él— la animó.

—Es que Anna... lo arruiné, lo arruiné todo. Fui tan ciega, Jack me daba todo y yo nada. Me la pasé rechazandolo mientras él solo me entregaba su corazón.— más lágrimas se asomaron en su mirada.

—¡Entonces arreglalo! Dile lo que sientes, estoy segura de que él la está pasando mal sin ti, y tu sin él. Tienes la solución en tus manos— la tomó de las manos y la miró a los ojos con una cálida sonrisa.

El corazón de la platinada empezó a golpear contra su pecho, la electricidad corria por sus venas.

—Te-tengo que ir a buscarlo. Le diré que me equivoqué— sus ojos se iluminaron, pareció recobrar la fuerza—Tengo que decirle que lo amo.

Anna sonrió y dejó que su hermana mayor se fuera.

Elsa corrió como una niña pequeña atravesando todo el castillo y el pueblo hasta llegar al muelle.

—¡Noķk! ¡Amigo, te necesito!— llamó con su típico canto y este llegó contento— ¿Puedes llevarme al Polo Norte, por favor?

En cuanto Elsa mencionó el lugar al que quería dirigirse el caballo cambió su expresión, resopló y negó con la cabeza.

—¿Ya me vas a decir porque Jack te cae tan mal como para no querer llevarme con él? En serio, es algo urgente— se cruzó de brazos y frunció ligeramente la mirada.

El caballo bufó, lo que la platinada no sabía era que al igual que el agua tiene memoria del pasado, también sabe algunas cosas del futuro, por ejemplo: las profecías. Y el corcel no quería que ese futuro tan catastrófico se cumpliera.

La ojiazul estaba desesperada, hasta que recordó algo.

—Gale... Jack es amigo del viento, ¡Eso es! ¡Gale! ¡Gale!— lo llamó— Por favor, llévame con Jack Frost.

Al instante una suave brisa acompañada de unas cuantas hojas sacudió su cabello.

—¿Puedes llevarme volando? Si ya sé... las alturas y yo no somos las mejores amigas, pero estoy dispuesta a hacerlo con tal de verlo lo más pronto posible, Gale.— su voz sonaba decidida, sin una pizca de miedo.

El viento sacudió las hojas de arriba a abajo lo que la albina interpretaba como una respuesta afirmativa, a lo que Nokk solo negó con la cabeza y se alejó galopando.

—Te lo agradezco, Gale— sonrió ligeramente e inhaló para prepararse— okey... estoy lista— sus pies empezaron a despegarse del suelo cada vez más hasta que se sintió como una gigante viendo las diminutas casitas de Arendelle que ahora parecían de juguete.

El vértigo amenazaba con hacerse presente al sentir que perdia el equilibrio en el aire, pero, recordó la imagen del peliblanco, con su blanca sonrisa, sus ojos tan azules como el cielo en donde ahora se encontraba y se armó de valor.

"Vas a quedarte por qué te juro que esta vez voy a cuidarte"










Holaaaa mi gente, ¿Cómo están? Platiquenme como los trata la vida :)


Yo feliz porque por fin nuestra amiga Elsa se dio cuentaaa, ya era hora, ¿no?

Una de las cosas en las que me inspiré para este capítulo fue la canción "Vas a quedarte" de Aitana, es hermosa, me gusta mucho y está en multimedia por si quieren escucharla mientras leen ❣️

¿Alguien por aquí es fan de Aitana?
Cuéntenmelo todo ✌️🎤

Bueno, yo me despido, espero que nos leamos pronto 💓

Saludooos 😉

𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶  [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]Where stories live. Discover now